Por: Diego Calle Pérez
Muchos son los que hablan y opinan de Luis Pérez, pero pocos son los que en realidad apuntan a lo cierto. Su experiencia en lo público es la carta de presentación que cualquiera de los recién aparecidos en la política tanto les duele no tener, porque son unos paracaidistas que se ufanan de lo que no tienen y les falta. No tienen los comienzos de un hombre que se ha hecho a pulso desde las aulas de la facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
Muchos son los que por rumores escriben de Luis Pérez, pero ninguno acepta que su paso por los cargos que ha desempeñado los ha sabido potenciar en su nombre.
Luis Pérez es un líder que vende su imagen real. No la imagen de la revista nacional. Luis Pérez es su propio comunicador en los proyectos que gerencia y gestiona. Luis Pérez no es un líder de papel, es un líder que inventa propuestas que catapultan un futuro acorde a los grandes países del mundo.
En palabras del propio Luis Pérez: “Colombia es un país inequitativo, lo cual hace que mantengamos un atraso en relación a otros países con igual desarrollo social y cultural al nuestro”. Colombia es un país difícil para el que quiere cambiar la realidad de un país o un departamento como el nuestro. Con los metros cables Medellín avanzo en transporte masivo y los herederos de su administración multiplicaron su hazaña. Herederos con soberbia que solo niegan lo que no pudieron aceptar en su incapacidad de gestión pública, favoreciendo la realidad de Medellín que se ufanan de conocer y caminar.
La sociedad antioqueña es codiciosa. Sergio Fajardo es tumbador de ideas. Es envidioso y no promueve ideas originales y piensa más en su ego personal. Héctor Abad Faciolince ataca sin fundamento, sin criterios de lo público. Apuntando la frase célebre de Cochise: “En Colombia se muere más gente de envidia que de cáncer”.
Luis Pérez tiene mal querientes que se mueren más de la envidia de tener su capacidad de gestionar y formular soluciones para la gente pobre. Como cuando ayudo con los beneficios del banco de los pobres, tildándolo de Robin Hood y sus sucesores aprovecharon su idea cambiando su nombre por banco de las oportunidades.
La doble calzada a las palmas es la muestra real de las ideas que se le ocurren a Luis Pérez tan ingeniero como lo es su competidor que es chelista y no propone nada para la música antioqueña.
Pensando en grande, es la continuidad de una propuesta que se inicio en Medellín y se hará realidad en las distintas subregiones de Antioquia, acompañando los futuros alcaldes de la mano del ingeniero antioqueño que abre caminos y abre puertas sin arrogancia.