Por: Diego Calle Pérez
Puede que muchos estén de acuerdo o no con mis planeamientos, lo importante es que provoquen cultura racional en teorías y conceptos de textos de otros que anteceden en otras columnas. La cultura se ha transformado tan rápido como los aparatos de teléfono incorporando el WhatsApp y el Facebook. La cultura es una abstracción que refleja el comportamiento social de una nación. Entonces no culpemos que a muchos les guste Darío Gómez, el Charrito Negro, Arelis Henao, así como el ex ministro Alfonso Gómez Méndez era encantado escuchando a Helenita Vargas.
El presidente Alfonso López Michelsen fue el gran promotor del festival vallenato y hasta tuvo mártir en manos de un secuestro de las Farc. La cultura es historia de una nación. Son las gordas de Botero y las muchas obras de Manzur, que tanto le gustan a Belisario Betancur. Cultura son las esculturas de Rodrigo Arenas desde el Pantano de Vargas hasta el caballo de Bolívar en el Parque de Pereira.
La cultura es la música clásica que promovían los domingos a las once de la mañana en canal de inravisión con la presentación de la inolvidable voz de doña Teresa Gutiérrez. La cultura es el arte de los materos de raquira y el rescate folklórico de Jorge Velosa con su carranga. La cultura es la música llanera y los poemas de Juan Harvey Caicedo.
Cultura es arte en San Agustín y el festival Mono Nuñez y los muchos otros como el de Cotrafa en el cerro Ángel en Bello Antioquia. Arte y Cultura se hacen más cercanos por los medios de comunicación. Hoy, son pocos los periodistas y los comunicadores que cubren los eventos de cultura. Colecciones de autores departamentales se ven poco. No se sabe que están leyendo los estudiantes en las Instituciones Educativas. Pocos rectores compran el texto la franja amarilla de Willian Ospina para regalar a sus aprendices. No se ve para muestra una suscripción a un periódico nacional en una biblioteca de colegio privado. Y se preguntan por el puntaje en las pruebas Saber.
La cultura es la cenicienta, es la ignorita al mejor estilo de voz populi. Hernán Peláez en la luciérnaga desempolvaba música para recordar. La emisora voz de Colombia en Medellín parece ser de los cantantes de España con un locutor que tiene un vozarrón como de los años de Baltazar Botero. Ahora las noches en las emisoras no son radionovelas sino espacios de opinión para dividir. Falta un Kalimán o un Arandú para salvar las voces del secuestro con Herbin Hoyos.
Cultura es el cine de los últimos años en Colombia, películas como la estrategia del caracol de Sergio Cabrera y la vendedora de rosas de Víctor Gaviria. En los años recientes festivales de Cine en Santa Fe de Antioquia, en Jardín Antioquia y Guatape, célebre por estos días por no tener la cultura de inspeccionar las naves que surcan las aguas de la represa. Hoy, la brillante Paola Turbay promueve un festival de Cine. La cultura transforma gestores y promotores. Bonito ejemplo del liderazgo. Seguramente tendremos nueva ministra para terminar el gobierno que enruta la paz para empezar otra cultura nacional.
La cultura es influenciada por medios de comunicación, un ejemplo fue la trova cubana que desde la habana se desplazaba por toda América Latina. Silvio y Pablo y a muchos se les olvidaba la música de la gran Celia Cruz.
Cultura un tema que tiene que ver con la esencia de conocer tu árbol genealógico y la pertinencia de una Constitución Política. Medios de Comunicación que pueden abrir sus espacios para reconocer el sentir de un pueblo, una subregión, un departamento, una gran región nacional. Cultura, arte y medios de comunicación una trasversalidad fundamental para empezar a construir después de tanto dialogo y firmar acuerdos bilaterales.