Jaime Jaramillo Panesso

Por: Jaime Jaramillo Panesso

No. 1 – En el Día del Grito de Independencia, que la juventud colombiana no conoce su origen porque la historia patria ha sido expulsada o menospreciada en los pénsumes oficiales y privados, hubo el tradicional desfile o parada militar a lo largo de una avenida bogotana. La parada mostró, una vez más, la disciplina y el apertrechamiento del Ejército de tierra y la ostentación de las armas de guerra. La Armada, como siempre, llevó a sus muchachos vestidos de blanco y con sentido de clase y olor a mares y ríos de la patria. La Fuerza Aérea, sorpresivamente,  aparece con más destacamentos y escuelas de formación que una universidad de alta calidad, mientras helicópteros y aviones cruzaban por los aires. A propósito de universidad, deberían invitar a los cursos sobre castellano y ortografía al Ministro de defensa que el día anterior, en la Televisión informaba que la Fuerza Pública había CAPTURADO, óigase bien, capturado 280 toneladas de drogas ilícitas en el 2016.

Siguiendo con el desfile militar aparece la Policía Nacional como un Ballet Folclórico con bailarinas, con policías indígenas exhibiendo plumajes en sus cabezas, varios de sus bloques de mujeres policías pasaron cantando unos bambucos, otros pasodobles y otros con porros y cumbias. Parecía que la policía se había convertido en una Feria de las flores o en el Carnaval de Barranquilla. Será que esa es la nueva doctrina Damasco de la Fuerza Pública, recomendada por Cuba y las Farc. Porque las demás paradas militares, de los países del orbe, siguen siendo lo que siempre han sido: militares.

Mirando la potencia militar y policial del desfile del 20  de julio y extinguida las polémicas del desarme de las Farc, nos preguntamos con base en la información oficial que hace un mes nos dijeron por boca del Ministro Villegas que las Farc habían perdido 45 mil  armas, más 3 mil entregadas por los desertores, como prueba inequívoca de que solo entregaran 7332, salvo la secreta entrega de las 930 caletas, de las cuales nadie volvió a preguntar.  Una guerrilla en esas condiciones es una guerrilla militarmente derrotada: 48 mil armas pérdidas en combates, 3 mil desertores en los últimos 8 años y 15 mil durante el gobierno Uribe, no es una guerrilla victoriosa, sino derrotada, máxime si se está acabando el oxígeno chavista. ¿Por qué otras razones, entonces, se hizo un acuerdo tan oneroso y capitulador con las Farc si estaban derrotadas? Que lo digan los que desfilaron  tan limpiecitos y compuestos.

No. 2 – La jugada “espiritual y religiosa” que con la anuencia de la Santa Madre Iglesia  se preparan las Farc, es el aprovechamiento de la visita papal en septiembre. Una carta al papa Francisco, firmada por el camarada Presidente del Comité de Defensa de los “presos políticos” farianos, Uldarico Florez, le señala al Pontífice: a) Somos católicos, apostólicos y romanos. b) Su presencia ayudará a educar a los jóvenes en los valores cristianos. c) Ayúdenos a presionar al gobierno  para obtener la excarcelación del comandante Simón Trinidad, condenado en Estados Unidos.

Por supuesto no la hacen a nombre de Secretariado, porque este aparecerá en el momento oportuno como una carga de profundidad. Algo parecido ocurrirá con el Eln y con mayor razón puesto que propondrá, seguramente, la beatificación de los curas revolucionarios Manuel Pérez, Domingo Laín o Camilo Torres, militantes de sus filas. Laus Deo.