EPM sigue subiendo las tarifas de energía de una manera escandalosa.
Entre enero y abril de 2009, en cuatro meses, EPM subió el 11% las tarifas, cuando la inflación estuvo en 2.26%. Quiere decir que en este primer semestre de 2009, EPM incrementó tarifas de energía en 500% la inflación.
Además, Para Medellín y el Valle del Aburrá, en los últimos 18 meses EPM aumentó las tarifas de energía en un 42%, es decir, en más del 400% de la inflación en ese período.
EPM perdió el liderazgo en precios de energía. Hasta el año 2003, Medellín tenía las tarifas más baratas de Colombia, pero esa lucha por tarifas justas desapareció de la agenda de la Alcaldía y de la Gerencia de EPM.
En tarifas bajas, Medellín y el Área Metropolitana perdieron el primer puesto, y en el 2008, bajaron al deshonroso quinto puesto. A EPM la superó Epsa, Enertotal, EmCali, y Comercializar. Con los excesivos aumentos en 2009, EPM, la eficiente!, estará en la penosa posición séptima. Es una vergüenza!.
Las Tarifas de energía están estrangulando la economía familiar. Las familias de los estratos 1, 2, y 3 pagan en servicios públicos un promedio del 22% de sus ingresos. Cada año, las tarifas suben dos o tres veces la inflación, a ese ritmo, la ciudad camina a una quiebra de la economía de los hogares.
Los servicios públicos se han convertido en la primera obligación de pago de los colombianos. Primero por los altos precios y segundo, porque los dueños de los servicios públicos con su lujurioso lobby que nadie investiga, han logrado hacer aprobar legislaciones que ahorcan al usuario si no paga. El endeudamiento es tan grave que el 45% de toda la Cartera que recupera COVINOC, es por morosidad en servicios públicos.
De otro lado, también los empresarios se quejan por el desmesurado crecimiento de las tarifas y porque son de las más altas de América Latina. Así no se puede generar empleo ni atraer nuevas empresas ni nuevos capitales. Esta es una de las razones por las cuales en Medellín se tiene el escandaloso 18% de desempleo.
Que EPM sea pública, la obliga a ponerse en sintonía con la ciudadanía para garantizar tarifas justas, pero parece que perdió su sentido de lo público. Por ser dueña de EPM, también La Alcaldía de Medellín tiene poder para defender al ciudadano de las garras de los altos precios en servicios públicos, pero se ve desinteresada.
De una manera perversa, para calcular tarifas, la CREG ha creado modelos tarifarios en exceso complejos para que nadie los entienda ni los discuta, violando el principio de simplicidad para calcular tarifas que exige la Ley de SSPP. Son resoluciones oscuras de más de 200 páginas con ecuaciones de varios renglones para atemorizar y hacer quedar en ridículo al que quiera discutirles. Ni los políticos, ni los empresarios ni los periodistas ni los usuarios tienen participación en definición de tarifas.
Con la ayuda del Presidente de la República, hay que rebelarse contra la Creg. EPM, con la bandera de su eficiencia, tiene que luchar para que la CREG le reconozca autonomía para ofrecer tarifas justas; EPM debe rechazar los oscuros modelos tarifarios de la CREG que solo buscan enriquecer grandes capitales escurriendo a los usuarios. Urge liderar un movimiento nacional para recuperar la autonomía tarifaria sobre los recursos naturales regionales. Es urgente ofrecer precios de energía eléctrica competitivos a nivel internacional que atraigan inversionistas para generar riqueza y empleo. En el pasado, a Antioquia le cambiaron la autonomía tarifaria por más ganancias para EPM, y cayó en la trampa. Es preferible que EPM deje de ganar $100.000 millones pero que se generen 40.000 o 50.000 nuevos empleos, antes que seguir acumulando ganancias en medio de la complicidad con la miseria y el desempleo.
A este ritmo desmesurado de aumentos, los servicios públicos son más subversivos que la guerrilla o los paramilitares. Con tarifas de energía tan altas no hay empleo, ni competitividad ante el mundo, ni equidad.