Los resultados del Barómetro Global de Corrupción 2009 de Transparencia Internacional, encuesta de opinión pública que mide la percepción de corrupción, revelan que los ciudadanos en el mundo perciben altos niveles de corrupción en el sector privado.  

Sin embargo en Colombia, la percepción negativa de la ciudadanía se concentra en los partidos políticos y en el Congreso de la República.

 

El 41% de los ciudadanos colombianos encuestados considera que los partidos políticos son el primer sector en corrupción, le sigue el poder legislativo con el 26% y los servidores públicos con el 14%. Claramente  el mundo de la política es el más desprestigiado, en lo que a la corrupción se refiere.  

Colombia reporta la segunda cifra más alta de percepción de corrupción en los partidos políticos entre ocho países de Latinoamérica, le antecede El Salvador con un 53%. En el caso nacional, de acuerdo con las últimas cuatro mediciones, la opinión sobre los políticos y el congreso se mantiene como negativa.  
 

Paola Zuñiga, coordinadora del área de Política y Justicia de la Corporación Transparencia por Colombia, afirmó que los partidos políticos son instituciones claves para el fortalecimiento de la democracia colombiana y son los llamados a representar los intereses de los ciudadanos. Lejos de permitir su debilitamiento, debemos trabajar en recuperar su legitimidad. Los partidos y el Congreso de la República tienen en este momento una oportunidad única con el trámite de la Reforma Política, de enviar un mensaje a la ciudadanía, para reafirmar su voluntad de autoreformarse y establecer sanciones reales e inmediatas ante la infiltración de la criminalidad en la política. Además, deben definir reglas que hagan más transparente el ejercicio de la política” aseveró.  

En la encuesta se demuestra que los empresarios consideran el sector privado como corrupto. Este gremio recurre al soborno para influir en las políticas públicas, las leyes y las reglamentaciones, opinan más de la mitad de los encuestados en el Barómetro Global de la Corrupción 2009, dato que evidencia la actitud crítica y el escepticismo hacia el empresariado, visto como un sector que contribuyó a la crisis económica mundial.  

“El soborno tiene un efecto perverso sobre los negocios: aumenta los costos de las transacciones, genera competencia desleal, desconfianza en las relaciones de negocios, y distorsiona el mercado. Es una realidad que es necesario enfrentar y combatir”, recalcó Alma Rocío Balcázar, Coordinadora del área Sector Privado de Transparencia por Colombia.  

El Barómetro deja en claro que tanto el sector público como el privado deben adoptar medidas de lucha contra la corrupción y promoción de la transparencia, si desean recuperar la confianza del público que les demanda mayor coherencia e integridad en sus políticas y acciones.