La protección del medio ambiente puede convertirse en una actividad que facilita la reducción del desempleo en el país, asegura el ex diputado de Antioquia, Luis Gonzalo Martínez. No es sólo un axioma -afirma Martínez- es una realidad ya demostrada por el Municipio de Medellín que, según el DANE, pasó del segundo al quinto lugar en la lista de desempleo nacional, con una tasa del 15 por ciento.Explica el candidato a la Cámara de Representantes por el Partido de la U que el empleo, directo e indirecto, sobrepasó las 27.000 plazas, gracias a que la Administración Municipal destinó cerca de mil millones de pesos para la construcción de infraestructura física y vivienda de interés social.
“En el mismo sentido, el Gobierno Nacional puede comprometerse con la promoción de proyectos medioambientales que generen empleo de choque tanto en el sector urbano como rural”, precisó Luis Gonzalo Martínez. Y sugirió la factibilidad de hacerlo en el área ambiental, recordando el “Plan Parceros” del mismo Municipio de Medellín, durante el gobierno de Juan Gómez Martínez, cuando se redujo la tasa de desocupación, ofreciéndoles empleo de choque a los habitantes vecinos de las cientos de microcuencas de la ciudad, quienes se convirtieron en vigías del buen estado de las quebradas.
“Y no sólo hubo empleo, sino que mediante la protección, el cuidado y la orientación para el buen manejo de dichas microcuencas, hubo prevención de desastres en la ciudad durante los crudos inviernos”, explicó Martínez.
Su propuesta, entonces, va dirigida a los gobiernos nacional, departamentales, distritales, municipales y a las corporaciones autónomas regionales, para que orienten sus planes y recursos a la generación de empleo de choque, a corto y largo plazo, en los barrios y veredas, mediante la formulación de programas para la protección, cuidado y educación ambiental en torno a las cuencas y microcuencas.
La propuesta del candidato a la Cámara de Representantes contempla el valor agregado de tener más en cuenta a la población rural, cuya inequidad ha sido evidente frente a las políticas de empleo formuladas para los colombianos de las zonas urbanas. “La inmediata consecuencia positiva es que se evitará la migración del campo a la ciudad, especialmente porque no es la inseguridad el principal generador del desplazamiento, sino la búsqueda de empleo y de educación lo que mueve a los colombianos del campo a migrar a las ciudades”, dijo Luis Gonzalo Martínez.
El aspirante a la Cámara de Representantes espera que los diferentes gobiernos entiendan la importancia social y económica de pensar en el medio ambiente como factor de desarrollo: las universidades que han venido descentralizándose, fortalecerán sus programas pertinentes, democratizando eficientemente la educación media, de pregrado y posgrado; las corporaciones autónomas regionales encontrarán in situ talento humano para la protección ambiental y la defensa contra las invasiones de las reservas forestales; los municipios y veredas garantizarán el cuidado de las fuentes de agua para el mantenimiento y sostenimiento de sus propios acueductos; las administraciones empezarán a evitar los conflictos humanos y sociales que ya se vienen presentando entre comunidades debido a la falta de agua; los procesos de protección y reforestación garantizarán la riqueza ecológica y económica, generando sentido de pertenencia entre la comunidad; la riqueza en aguas y aire garantizarán ingresos por regalías y exportación de oxígeno.
Pero, asegura el dos veces diputado de Antioquia, el mercado laboral a nivel nacional, regional y local contará con una valiosa oferta que, indudablemente, le aportará a la disminución del desempleo en el país.
