«El pueblo tiene el Gobierno que sus emociones, sus temores, sus sentimientos y sus intuiciones deciden». Esta afirmación que parafrasea la del político y filósofo Joseph de Maistre (“Cada pueblo tiene el gobierno que merece”) o la del político y periodista José Martí («Pueblo que soporta a un tirano, lo merece») resulta de la conclusión que, definitivamente, las decisiones electorales en Colombia se toman con base en el Pensamiento Tipo Uno, el de la intuición rápida, según el sicólogo, publicista y politólogo, Carlos Naranjo.

De la carencia de Pensamiento Tipo Dos, racional que exige procesamiento, se aprovechan las redes sociales que no dan espacio a argumentaciones y sí a gran cantidad de información falsa que es aceptada sin criterio alguno. Dice Carlos Naranjo que desde el punto de vista ético, lo ideal sería comunicar con base en verdades, pero son los sesgos los utilizados para manipular a la gente, porque con sesgos piensa la gente: la argumentación no funciona; las personas toman decisiones desde las emociones.

Ahora, mostrar las falencias, las carencias y las debilidades objetivas de candidatos contrarios, no está mal. Si son ciertas, buen servicio se les presta a la democracia y a los electores, que si razonaran y fueran más conscientes, elegiría mejores gobiernos y no soportaría a los tiranos.

Con el politólogo Carlos Naranjo se llega a la conclusión que con más Cultura Política, la gente sería menos manipulable, menos expuesta a las intenciones politiqueras, demogógicas, clientelistas y populistas. Son la desidia, la deseperanza y la desconfianza las que crean condiciones de manipulación y enajenación.