Con el propósito de renovar y revitalizar la esperanza en el campo antioqueño, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Departamento avanza en el seguimiento estricto de los 10 componentes que estructuran y fortalecen el Sistema de Abastecimiento Agroalimentario de Antioquia –SABA-. Estos incluyen formación pertinente para el trabajo; transferencia tecnológica bajo los parámetros de agricultura 4.0, con comercialización estratégica y justa, acompañada por la Agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación–FAO-; y un modelo de apropiación social que garantiza su futuro.
El Sistema de Abastecimiento Agroalimentario de Antioquia –SABA- fue creado en Antioquia por la administración “Unidos Por La Vida”, con el fin de lograr una agricultura más justa, potencializar los diferentes recursos y establecer un progreso sostenible para el Departamento, constituyéndolo como una gran potencia y ejemplo del desarrollo agropecuario.
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Pese a las dificultades planteadas por la pandemia del COVID-19, la ejecución del cronograma planteado para el SABA avanza de acuerdo con la planeación para lograr sus objetivos. Entre otros objetivos de SABA están:
– Acceso a información de calidad con todas las variables para el sector, desde la Unidad de Información y Análisis Agroeconómico;
– Financiación de 500 mil millones pesos con Finagro, en créditos con la más baja tasa de América Latina y cuyos intereses son cubiertos por la Gobernación de Antioquia y garantizados por las alcaldías;
– Acceso a vivienda rural de calidad productiva;
– Formación en la Escuela Internacional de Agroindustria de Campo;
– Proyectos productivos subregionales, entre ellos, maíz en el Bajo Cauca; pescado en Vigía del Fuerte; y cacao en el Eje Bananero de Urabá;
– Ciudadela Agrotecnológica por subregión;
– Organización cooperativa;
– Investigación;
– Extensión y comercialización.
Para la conformación de este nuevo Sistema, la Secretaría de Agricultura de Antioquia tuvo en cuenta factores como la desarticulación del sistema productivo en el campo colombiano, realidad que también afecta al Departamento y que dio pié para que este sector productivo, estratégico para el País, se quedara estancado en el tiempo, pues obedece a modelos productivos basados en procesos del Siglo XIX. Además, la intermediación sigue siendo un atentado a la economía de los campesinos y la comercialización es deficiente: mala en calidad y costosa en precio.
“Antioquia no puede ser una cenicienta de la globalizada economía agropecuaria. No vamos a descansar en este gobierno hasta lograr un aumento considerable de la eficiencia en el uso de los diferentes recursos tanto naturales como económicos que se ven involucrados en nuestra producción agrícola. Lo que hacemos es aumentar el uso de tecnología, llevando la innovación a los diferentes procesos: construyendo agricultura sostenible; implementando un sistema de formación constante que garantice un Departamento más competitivo y con conocimientos adecuados, no sólo para la realización sino para la comercialización de los productos. El propósito es lograr unir el Estado, el campo, la academia y a los civiles, para que unidos trabajemos por la Antioquia que queremos”, aseguró el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Correa.