Por: Jaime Carrión
Faltan un poco más de 260 días para las elecciones del Congreso de la República y ya comienzan a calentar motores los proyectos políticos antioqueños que aspiran a ocupar una curul en la Cámara de Representantes a partir del 20 de julio del año 2022.
Si nos atenemos a los fenómenos políticos que han venido sucediendo en Colombia en los últimos meses, es muy probable que la composición de la Cámara en Antioquia experimente cambios importantes. Por tanto, existe allí una oportunidad para la tan anhelada renovación del Congreso de la República, una bandera política que ha venido tomando fuerza en las últimas semanas, especialmente entre las y los jóvenes que integran colectivos con indignación por la forma como se viene gobernando el país en la crisis humanitaria más difícil de su historia.
En esta columna quiero ofrecer a los lectores, especialmente a aquellos interesados en participar, algunos rasgos de lo que sería un probable escenario de composición de la Cámara de Representantes en Antioquia en el año 2022, en lo que respecta a la probable variación de tres (3) curules. Estoy convencido que quienes apuestan por participar activamente en la democracia, deberían reflexionar sobre los cambios que estamos experimentado y actuar en consecuencia con ellos, de forma que puedan garantizar su representación y avanzar en su proyecto político de transformación y mejoramiento de la sociedad colombiana.
En primer lugar, conviene mencionar que un proyecto político que aspire a obtener una curul en la Cámara de Representantes en Antioquia, bien sea que este se emprenda por parte de un partido político ya existente o que se realice mediante un Grupo Significativo de Ciudadanos (GSC), deberá poner como mínimo una cuota de 93.750 votos. Es decir, esta podría ser la cifra repartidora que asigne las curules de la próxima contienda en la Cámara, si tenemos en cuenta el promedio de las variaciones porcentuales de las dos (2) últimas elecciones. Este promedio nos da un valor de 22,59% de variación y ha sido aplicado a la proyección de la cifra repartidora teniendo en cuenta el valor de esta en marzo de 2018.
Así las cosas, para que un partido como el Centro Democrático, por ejemplo, conserve sus siete (7) curules necesitará obtener un total de 656.250 votos, es decir 99.075 votos más que en la elección anterior. Y, para que una colectividad como el Partido Liberal consiga una curul más, es decir, pase de tener tres (3) a cuatro (4) curules, debería obtener 375.000 votos. Como puede observarse, la exigencia en votación es cada vez mayor y las distintas colectividades deben obtener no sólo los votos necesarios para conservar su actual participación, sino muchos más, si les asiste el propósito de aumentar su representación.
Ahora bien, consecuente con estas exigencias electorales y con el claro deterioro de la favorabilidad del presidente Iván Duque y el exsenador Álvaro Uribe dentro de la opinión pública, es muy probable que el Centro Democrático obtenga tan solo seis (6) curules, lo cual posibilitará oportunidades de crecimiento o de nueva representación para otras colectividades. Una situación similar podría experimentar el Partido Social de Unidad Nacional y el Polo Democrático Alternativo que hoy tienen una (1) curul cada uno. La fuga de liderazgos regionales y nacionales en el Partido de la U y la reciente escisión del Polo podrían conducirlos a disminuir su votación y perder las curules que hoy tienen. Al menos, si deciden presentarse solos.
En este sentido, si tenemos en cuenta la cifra repartidora que he mencionado con anterioridad, para conservar su curul en la Cámara el Partido de la U deberá conservar 18.968 votos de los que obtuvo en 2018. Así mismo, si el Polo Democrático quiere volver a sentarse en el Congreso de la República en representación por Antioquia deberá obtener 17.276 votos nuevos en relación con esa elección. En ambos casos, se trata de un reto electoral mayúsculo si tenemos en cuenta la situación interna que estas colectividades están experimentando. Ahora bien, en suma, esto quiere decir que al menos en tres (3) curules será posible un cambio en la composición de la Cámara de Representantes en Antioquia en 2022.
Una pregunta interesante, claro está, es ¿quién o quiénespueden obtener estas tres (3) curules? La respuesta, en primer lugar, se encuentra en uno de los partidos políticos que mayor crecimiento electoral ha obtenido en Antioquia en los últimos años, esto es el Partido Alianza Verde. En este punto, es importante advertir que el Partido Centro Democrático ha experimentado un importante crecimiento, quizá el mejor del departamento, pero el supuesto que estamos construyendo no invita a pensar que esta colectividad no crece, sino que se mantiene o disminuye su fuerza electoral. Retomando, es importante mencionar que la Alianza Verde obtuvo en las anteriores elecciones de Cámara 129.156 votos y en las de Asamblea Departamental 192.543 votos. Estos guarismos nos invitan a pensar que para esta colectividad podría ser fácil conservar los 187.508 votos que requieren para aumentar una (1)curul en la corporación y así contar con dos (2) curules en la Cámara de Representantes por Antioquia.
En segundo lugar, es posible que la segunda curul quede en manos del proceso unitario de la izquierda democrática que se conoce actualmente como el Pacto Histórico. Sin duda, la posible coalición del Movimiento Colombia Humana – Unión Patriótica, el Movimiento Alternativo Indígena y Social, la Alianza Social Independiente y el Polo Democrático Alternativo, aunados a una campaña presidencial “paraguas” como la de Gustavo Petro, podría alcanzar los 93.750 votos necesarios para obtener una curul en la Cámara de Representantes por Antioquia.
Y, finalmente, en tercer lugar, la curul faltante podría quedar bajo el dominio de un Grupo Significativo de Ciudadanos (GSC). No se puede perder de vista que en las elecciones de autoridades territoriales de 2019 los GSC demostraron una importante fuerza electoral. Es de resaltar, por ejemplo, que en la ciudad de Medellín estos grupos obtuvieron 117.979 votos al Concejo y 428.076 votos a la Alcaldía Municipal. Adicionalmente, en Antioquia, por primera vez se elige un gobernador avalado por un GSC, sin embargo, en este caso vale la pena aclarar que no es posible contabilizar una votación específica para este tipo de movimiento teniendo en cuenta que el aval del candidato también fue suministrado por unidades partidistas y los votos de un lado y de otro están mezclados.
A mi juicio, los GSC con mayores posibilidades de obtener una curul en la Cámara de Representantes deberían provenir de las mujeres (Estamos Listas) y de los llamados independientes o “Quinteristas”, sin embargo, la información que hasta hoy poseo es que estos sectores políticos no han considerado su participación directa en la Cámara. Una equivocación enorme, desde mi punto de vista, pero una oportunidad para otros ciudadanos y ciudadanas que quieran participar. ¿Se animan?