Agencia Virtual de Prensa -AVP-. Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, representante a la Cámara por el Partido Conservador, aplaude la noticia entregada hoy por la Alcaldía y la Secretaría de Participación Ciudadana de Medellín sobre el primer pago a 147 ediles de la Ciudad.
Desde 2015, Echeverry Alvarán venía solicitando a sus colegas de la Cámara de Representantes que aprobaran el Proyecto de Ley No. 54 de 2015, que buscaba autorizar el reconocimiento de honorarios a los miembros de las Juntas Administradoras Locales del País. Desde entonces el Congresista antioqueño consideró fundado en derecho y en justicia el pago de honorarios a los ediles, pues el servicio que les prestan a sus comunidades, estimulado por el principio del interés general, en muchas ocasiones los inhabilitan para ejercer sus propias actividades profesionales y laborales.
Nicolás Albeiro Echeverry recuerda también la satisfacción brindada por la Sala Plena de la Corte Constitucional al declarar exequible el Proyecto en octubre de 2020.
“Yo creo que no es un gasto para el Gobierno: es una inversión porque permite mejorar la calidad de vida y la dignidad de quienes se dedican a servir a sus barrios y a sus comunas, a estimular el liderazgo y, consecuentemente, a fortalecer la democracia. Ser miembro de las Juntas Administradoras Locales es un honor y es una verdadera escuela de liderazgo en un País que realmente necesita el nacimiento de nuevos líderes”, fuero las palabras cuando aún era un Proyecto el acto de justicia que hoy se materializa en Medellín.
Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, como Presidente del Concejo de Medellín, celebró en mayo de 2013 la aprobación del Proyecto de Acuerdo 107, por medio del cual se reglamentó el pago de aportes a la seguridad social y el pago de un seguro de vida a los integrantes de las Juntas Administradoras Locales de la Ciudad, quienes realizaban sus funciones ad honorem.
Hoy, como Representante a la Cámara celebra ya puedan recibir, además, un pago de 72.616 pesos por cada sesión a la que asistan, lo cual considera justo para los ediles, un gran estímulo para la participación política y comunitaria y un espaldarazo a la democracia colombiana.