El presidente Juan Manuel Santos les prometió a los trabajadores colombianos durante la campaña reeleccionista restituirles algunos derechos que les arrebató la Ley 789 de 2002 que promovió el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, como redujo los recargos nocturnos entre las 6 y 10 de la noche y los recargos dominicales y festivos.

La ley que modificó el Código Sustantivo de Trabajo con el propósito de apoyar el empleo y ampliar la protección social, asignó nuevas funciones a las cajas de compensación familiar, lo que significó un recorte al subsidio familiar; excluyó el contrato de aprendizaje de la legislación laboral y de la negociación colectiva; disminuyó el costo de los despidos sin justa causa; y redujo los recargos nocturnos, dominicales y festivos, afectando en mayor medida a los trabajadores del comercio, la vigilancia, los hoteles, bares y restaurantes, transporte, hospitales y del sector industrial.

Según cálculos de Héctor Vásquez, analista de la Escuela Nacional Sindical- ENS- por efectos de la Ley 789 un trabajador con un salario promedio de 800.000 pesos, a precios de hoy, pierde anualmente 2 millones por recargos nocturnos y 3.8 millones de pesos por dominicales y festivos. En cambio, “los empleadores se ahorraron 2.7 millones de pesos por trabajador en el primer caso y 4.9 millones en el segundo, lo que significó un traslado de rentas desde los trabajadores hacia los empleadores de 5.4 billones de pesos por solo recargo nocturno, que asciende a 9.8 billones si le agregamos lo que dejaron de pagar por festivos y dominicales”, explicó Vásquez.

Por eso la ENS le recuerda al reelegido Presidente de la República la importancia de cumplir con su promesa de campaña restituyendo el recargo por horas nocturnas y días festivos, lo que impactaría positivamente la economía, el empleo y la distribución del ingreso, según los análisis de Héctor Vásquez.