Agencia Virtual de Prensa –AVP-. Con mucha preocupación recibió el personero de Medellín, Rodrigo Ardila Vargas, la información suministrada por el presidente de la Asociación Sindical Unitaria de  Servidores Públicos del Sistema Penitenciario y Carcelario de Colombia, Luis Armando Sánchez Vera, en la que llama la atención del Director General del INPEC sobre el desbordamiento de la capacidad del Centro Carcelario El Pedregal de Medellín.

De acuerdo con el pronunciamiento del Presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios –UTP- de Medellín, las decisiones judiciales tomadas en otros centros carcelarios han generado sobrepoblación y hacinamiento en El Pedregal, establecimiento construido para 1.129 hombres, pero en la actualidad está albergando a 2.013.

“Según la información, el hacinamiento en este centro de reclusión es del 78.30 %, con el agravante que este establecimiento fue construido para sindicados pero ahora éstos deben compartir las celdas con 814 condenados”, agrega el Personero de Medellín.

Rodrigo Ardila
Rodrigo Ardila

Rodrigo Ardila Vargas hace un llamado al Gobierno Nacional y a la Dirección Nacional del INPEC para que de manera oportuna tomen cartas en el asunto, para devolverles a los internos de éste y otros centros carcelarios la dignidad que se merecen como consecuencia intrínseca al respeto a sus derechos humanos y constitucionales.

“Los derechos a la salud y a la vida de estos internos se ven amenazados porque la sobrepoblación del que están siendo víctimas, trae consigo epidemias y riñas propias del hacinamiento. Igualmente se afectan la salud física y emocional de los guardianes, quienes empiezan a sufrir de estrés debido a la sobrecarga laboral”, manifiesta el Personero.

El informe del Presidente de la UTP de Medellín da cuenta de que hay zonas previstas para casos de seguridad y aislamiento por enfermedades infectocontagiosas, y las están utilizando para reclusión. Hay sectores diseñados para “tener allí mujeres en mínima”, y las están usando para hombres sin las debidas condiciones de seguridad. Y, entre otras, la zona de canchas, de almacén y de alojamiento de rancheros, no cuenta con las garantías de iluminación, aireación e higiene, generando epidemias de chinches y enfermedades de la piel.

“Los Hechos son objetivos y no obedecen a percepciones. Ya no es sólo Bellavista. Ahora es El Pedregal, lo que nos estimula a seguir trabajando con mayor ahínco en la protección de los derechos fundamentales constitucionales y humanos de estas personas que merecen dignidad. Insistimos en la urgencia de una política penitenciaria con mayor flexibilización en la suspensión de la condena, la detención domiciliaria y, entre otras, la libertad condicional. Esperamos que la reforma al Código de Procedimiento Penal permita que menos sindicados sean remitidos a las cárceles”, plantea Rodrigo Ardila.

Finalmente, el Personero de Medellín dice que no se puede intentar solucionar el problema en una cárcel, agravando la situación de la otra: “es lo que está pasando –concluye- con las decisiones judiciales que se están tomando en Bellavista, de donde están remitiendo 10 internos diarios a El Pedregal, según la queja del Presidente de la UTP”.