Agencia Virtual de Prensa –AVP-. La presidenta de la Asamblea de Antioquia, Orfa Nelly Henao Giraldo, lamenta que el Estado Social de Derecho colombiano haya sido incapaz de respetarles la dignidad humana a los internos de las penitenciarías y, al contrario, cada vez se den más muestras evidentes de la incontenible violación de sus derechos.
La Ex Directora del INPEC, regional Antioquia – Chocó, y de las cárceles El Pedregal y El Buen Pastor, se refiere a las deficiencias que la Contraloría General de la República encontró en algunos centros penitenciarios del País.
“Es inaudito que el organismo de control haya encontrado contaminación de las comidas con bacterias, plagas en las cocinas y, en general, pésimas condiciones de higiene y salubridad. ¿Cómo pretendemos que haya verdadera resocialización si seguimos haciendo todo lo posible para incrementar el resentimiento social de quienes están internos?”, plantea Orfa Nelly Henao Giraldo.
El hacinamiento y el mal servicio en salud siguen siendo detonantes permanentes de la situación de derechos humanos y fundamentales violados inmisericordemente.
“Esta vez es la alimentación la que ocupa la atención de los colombianos, como respuesta al llamado hecho por la Contraloría. Pero la problemática convive todos los días desde hace varios años con los internos. En Bellavista y El Pedregal, por ejemplo, la Personería de Medellín encontró que sólo el 2,7 % de los internos encuestados dice que es higiénica, el 2,1 % cree que es nutritiva, el 9,9 % de los internos considera que la alimentación que ofrece la administración penitenciaria es suficiente y el 82,4 % considera que es insuficiente”, explicó la Diputada.
En el mismo estudio realizado por la Personería, los internos calificaron la infraestructura donde se preparan y se entregan los alimentos de manera negativa.
Únicamente el 2,1 % de las personas encuestadas califica como excelente la infraestructura, el 15,2 % la califica como buena, el 36 % como regular y el 29,6 % como mala.
Orfa Nelly Henao Giraldo espera, nuevamente, que el Estado a través del INPEC tome cartas en el asunto y sea capaz de brindarles a los más de 120 mil internos de Colombia la dignidad que se merecen como personas.
“¿Hasta cuándo seguirán los hechos y las quejas siendo un canto a la bandera?”, se pregunta la Ex Directora Regional del INPEC.