Con 86 votos positivos y 37 en contra, el Proyecto de Ley de Reforma Pensional fue aprobado en la Cámara de Representantes, después de haber sido aceptada la proposición de aprobar el texto de la Reforma como venía del Senado.
Según el senador antioqueño, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, es un fracaso de la democracia colombiana haber votado el Proyecto de Reforma Pensional sin haber discutido el texto, porque ello traiciona la confianza de los colombianos en un sistema bicameral.
“Colombia tenía la confianza puesta en la Cámara de Representantes. No pensé jamás haber visto esto. Lamentablemente, la Cámara de Representantes aprobó la Reforma Pensional acogiendo el texto del Senado de la República, sin considerar nuestra denuncia pública sobre la falta de aval fiscal. El Congreso de la República debe discutir a fondo este tipo de reformas y sus impactos en el futuro de los colombianos. Ignoraron las alertas y recomendaciones de amplios sectores de la comunidad, tomando una decisión inconstitucional que afecta a toda la sociedad”, sentenció el Senador conservador.
Explicó que en el Senado de la República pasaron cerca de dos meses estudiando la Reforma Pensional, buscando el menor perjuicio posible para los colombianos.
“Confiamos en la discusión de la Cámara de Representantes y hoy (14 de junio de 2024), sin más, convirtieron el Congreso en unicameral. ¡Qué vergüenza!”, concluyó el senador Nicolás Albeiro Echeverry.
El Senador conservador se refiere a que el sistema bicameral, en el que se atiendan las discusiones y las propuestas tanto del Senado como de la Cámara, contribuye a una democracia colombiana más equilibrada, participativa y representativa, asegurando que proyectos como el de la Reforma Pensional sean debatidos y revisados exhaustivamente. Insiste en que es valioso y necesario como mecanismo de control interno dentro del poder legislativo, pues si una cámara actúa de manera apresurada o errónea, la otra puede corregir o detener el proceso.
Sin embargo, en el caso del proyecto de Reforma Pensional no ocurrió así y, al contrario, no se atendieron los llamados de posible inconstitucionalidad hechos desde la Cámara Alta.
La proposición aprobada en la Cámara Baja debió haber estado acompañada del texto que fue aprobado en el Senado, lo cual no se hizo y, por tanto, no hubo el conocimiento completo y suficiente de parte de los Representantes al momento de votar, previa la necesaria deliberación.