El repudiable ataque al presidente del Concejo de Medellín, John Jaime Moncada Ospina, quien se encuentra en cuidados intensivos de la Clínica Las Américas, es una muestra de la grave situación de inseguridad que sufren los habitantes de Medellín.
Este hecho delictuoso profundiza el estigma que pesa sobre la capital de Antioquia como una de las ciudades más violentas del mundo. “La sangre que corre por las calles de todas las comunas y de todos los estratos socioeconómicos, sin distinciones, es el retrato de lo que está ocurriendo en esta ciudad que se le salió de control al alcalde Alonso Salazar Jaramillo”, dijo el senador de la República, Jorge Enrique Vélez García
Para el Congresista antioqueño, cada una de las 2.187 víctimas de los homicidios registrados el año pasado, y de las 883 personas asesinadas hasta el 31 de mayo de este año, son vidas de ciudadanos que no debieron haberse perdido, por más anónimos y humildes que estos hayan sido. Pero la prominencia de un ciudadano como el Presidente del Concejo de Medellín, atacado por sicarios en el barrio Laureles por donde se desplazaba con su conductor y escolta, le lleva a decir que en esta ciudad nadie está a salvo, porque la realidad irrefutable es que la inseguridad y la violencia se desbordaron.
El Senador de Cambio Radical aseguró que, además, el hecho criminal que esta vez involucró al presidente del Concejo, John Jaime Moncada, es un atentado contra la institucionalidad y la democracia. Aunque el dolor de la familia Moncada Ospina, que hoy sufre por el delicado estado de salud del Presidente del Concejo, es el mismo que vienen soportando miles de familias atrapadas por el desenfreno de la delincuencia, la inseguridad y la violencia de Medellín.
El senador Vélez García se ratificó en la urgencia de que sea el Gobierno Nacional y las autoridades militares y de policía los que asuman el control de Medellín, donde existen unas 230 bandas y combos delincuenciales que dominan la ciudad, y están por encima del poder de la Administración Municipal.
“Es indiscutible que las metas trazadas en el Plan de Desarrollo Medellín 2008 – 2011 están lejos de ser cumplidas, toda vez que se había comprometido con una tasa de homicidios de 23 por cada cien mil habitantes, y durante el año 2009, cuando se registraron 2.190 homicidios, estos estuvieron en un 310 % por encima de lo estimado por el Gobierno local”, señaló Vélez García.
El senador Jorge Enrique recordó una serie de recomendaciones que le ha hecho a la Alcaldía de Medellín, para que con el apoyo de toda la ciudadanía y la fuerza pública, evite caer en un abismo sin fondo:
- Realizar consejos de seguridad con todas las fuerzas y los entes de investigación y establecer una sola central de inteligencia que debe ser coordinada directamente por el consejo de seguridad en cabeza del alcalde de la ciudad y que no se permita que ninguna fuerza actúe independientemente.
- Instaurar un control minucioso: Casa a casa, cuadra por cuadra, para tener un registro de quienes habitan el sector y a qué se dedican, y que esta información se actualice constantemente y sea controlada por los inspectores de policía adscritos a la Secretaria de Gobierno.
- Restablecer e incrementar el servicio de alarmas comunitarias y cámaras móviles para que sean instaladas en todas las manzanas, principalmente en aquellas con mayores dificultades de seguridad.
- Implantar la práctica de la rotación mensual de los policías en los barrios y someter por sorteo a los uniformados a la prueba del polígrafo para evitar posibles casos de corrupción.
- Aumentar el número de auxiliares de los fiscales; se podría habilitar a los estudiantes de los últimos años de Derecho para que ejerzan su judicatura en estas labores como asistentes de los fiscales de la ciudad.
- Decretar restricciones en los horarios nocturnos de la ciudad para menores de edad pero sin excepciones para evitar que los jóvenes estén involucrados con actividades delictivas.
Establecer vigilancia y operativos conjuntos entre policía y ejército por toda la ciudad permanentemente.
