REFLEXIONES DECEMBRINAS
Para casi todo el mundo diciembre ha sido desde su niñez el mes de la alegría y de las celebraciones religiosas y laicas más importante. Los 31 días del último mes del año suelen ser los más intensos en todo sentido; es el mes de las primas, los aguinaldos, algunos grados, de matrimonios, de primeras comuniones.
LA EDUCACIÓN DEL MAL VIVIR
Con la educación acontece lo mismo que con la aplicación de las leyes: no es la abundancia lo que mejora la convivencia y la paz sociales, sino la existencia de hombres rectos, dignos y sabios.
EL VIVIR BIEN EN TIEMPOS MODERNOS
Los envidiosos gastan sus vidas poniendo zancadillas y desprestigiando a otros para ascender en posición económica y social, para ellos la sentencia del florentino, Nicolás Maquiavelo, es su faro a seguir: “El fin justicia los medios”. Más que la capacidad intelectual para esta ralea de oportunistas y desaforados avariciosos lo que cuenta y vale es la lambonería, el hincar sus rodillas a los poderosos y exaltar el ego del gobernante mayor.
EL BUEN VIVIR DE LAS MUJERES
En el medio siglo último las condiciones materiales, sociales y personales de las mujeres ha mejorado pero lejos está de haber alcanzado esta mayoría de población del mundo una vida de alta calidad. El servilismo, la esclavitud y discriminación cambiaron de ropaje, más no han desaparecido del mundo de las mujeres que siguen siendo discriminadas y caprichosamente manejadas por otras tiranas que no por aparentemente inofensivas continúan siendo un obstáculo para que la felicidad, el bienestar y la buena vida sean el sello de la existencia de millones de mujeres que sueñan con ellos pero sin que les sean fácilmente accesibles.
LA SOBERBIA IBEROAMERICANA, MALA CONSEJERA
Mucho se ha dicho y escrito que de España los latinoamericanos heredamos la envidia, maligna y despreciable pasión de la que los españoles tienen fama de padecerla; lo que no se dice mucho es que más que la envidia los colombianos y conquistados habitantes de la América central y del sur somos herederos de la soberbia, pecado capital que torna a veces en seres con problemas para vivir bien a españoles e iberoamericanos.
LA VIDA ES MÁS QUE TENER DINERO
La educación imperante nos ha enseñado que se debe estudiar para conseguir un buen puesto que nos de dinero, pero olvida este modelo educacional que la misión de hombres y mujeres en la tierra y el ejercicio de una profesión están en segundo plano y que es más importante vivir y hacerlo como los dioses.
LUJURIA, LUJO Y BUEN VIVIR
Son palabras de mujer, aplicables a sus congéneres, con las que remaba un interesante capítulo de la obra La envidia: pasión triste, las que a continuación trascribo: “Mujeres con poder, desconfiamos de ellas, las padecemos, las envidiamos y para aplacar la turbación de nuestros sentimientos nos vemos con frecuencia empujadas y de buena gana a desprestigiarlas y destrozarlas”.
BECERROS Y BURROS DE ORO
Más de dos mil años hace que por medio de la literatura y la mitología nos vienen enseñando los inteligentes y muy agudos creadores de fábulas, historias y cuentos mitológicos, la forma en que ha de vivirse bien y la que no; por más que se repitan una y otra vez conductas y leyendas mitológicas los que vivimos muchísimos años después de aquellos atentos observadores de la realidad humana, no aprendemos del buen vivir.
LA BUENA VIDA DE RICOS Y POBRES
El rico más connotado que tuvo el siglo XX supo distinguir muy bien entre tener dinero y usarlo para vivir bien, Aristóteles Onassis, buscó, recolectó y disfrutó el dinero como pocos en la historia de la humanidad; entendió el poder y el privilegio que el dinero otorgan; acuñó una frase para la historia: “Solo los estúpidos y los necios desprecian el dinero”.
EL BUEN VIVIR Y LOS 7 PECADOS CAPITALES
En mis reflexiones acerca del arte del buen vivir, de la buena vida y de la existencia opaca, gris, triste y monótona de millones de personas en este mundo presuntamente civilizado del siglo XXI y en competencia con la calidad de vida tranquila, serena y feliz, aun exenta la gente de lujos, confort y comodidades de las anteriores generaciones, he podido, con la ayuda de excelentes ensayistas, concluir que niños y niñas, hombres y mujeres adultos pueden tener un buen pasar de la vida a condición de manejar con prudencia y desistan de aplicar a sus existencias los temibles y famosos 7 pecados capitales.