Por: Diego Calle Pérez.
No es un recetario. Voy a tratar algunos cambios sociales que puede generar el coronavirus en la geografía del territorio nacional:
1. El coronavirus está mostrando realidades que la sociedad colombiana nunca quería reconocer en la educación pública y privada. Estamos en un atraso tecnológico de dos décadas en temas de virtualidad, aplicativos de investigación, consulta virtual y lectura bibliográfica en PDF. El teletrabajo no es para los operadores de panadería, ni para los que elaboran los quesillos con bocadillo, ni para lo que fabrican los tamales, hacen el sancocho y los jugos verdes sin azúcar. El coronavirus nos está demostrando que los municipios de sexta categoría no tienen los recursos suficientes para operar, sin regalías y transferencias. Se acelera el ordenamiento territorial, buscando la eficiencia de los recursos y se merma el número de concejales, diputados y campañas electorales.
2. La pandemia es diferente según la región, el municipio y el corregimiento. Algunos alcaldes han demostrado su gestión, sin corrupción, sin necesidad de exagerar sus medidas sanitarias y sin tener que aplicar comparendos que generan malestar entre sus conciudadanos. La pandemia ha modificado horarios de atención, modificación en transportes y alimentación que no se tenía en la dieta semanal.
3. La pandemia está generando otro tipo de líderes. Ahora se busca un líder de emprendimiento, que tenga inventiva y pueda hacer los mercados campesinos llegando hasta tu casa las frutas y las verduras que anuncian en las páginas web, en el facebook y en el Whatsapp. Se regulan precios y canales de distribución.
4. La pandemia nos hace estar vigilantes de la temperatura corporal, controla nuestros movimientos, se monitorea tu día de salida, pico y cédula, solo salir, si es necesario, a prioridades, no podrás quedarte horas en centros comerciales y los buses tendrán horarios y servicios de acuerdo al número de usuarios. Las sagradas eucaristías, solo serán en los templos con las medidas sanitarias.
5. El virus está mostrando la realidad en que vivimos. No se tiene la infraestructura necesaria, en instituciones educativas para permanecer los estudiantes las horas suficientes para cumplir con sus asignaturas, con la convivencia de amistad y no se puede interactuar al comprar el mecato en la cafetería escolar. Pareciera entraríamos en una guerra de tapabocas, un estado permanente de alertas por el contagio. Aulas especializadas sin estudiantes presentes, solo virtuales.
6. La presencia de la muerte ronda calles, negocios de restaurantes, café y en la salida al parque del pueblo. Los viejos serán la prioridad. Los servicios religiosos, ya no habrá celebraciones litúrgicas en los pasillos de los centros comerciales. La solidaridad se manifestará mediante el distanciamiento social.
7. La esperanza de vida es corta o es larga de acuerdo a las medidas de seguridad que tengas desde tu propia casa. Se intensificarán los protocolos en edificios y urbanizaciones que superen los 60 apartamentos. La pandemia mundial es la oportunidad de estar en la tercera vía. Queda la hipótesis, termina la división oriente versus occidente, otros hablan de China o de Japón, potencia que compite con su gran distribuidor del continente americano, tal vez ya no necesiten pagar la comisión de los cambios sociales de la pandemia.