La acción partidista requiere de una elevada dosis de disciplina y de compromiso de la militancia con los candidatos que presentan las colectividades. Si bien es cierto que en una democracia impera la libertad que les asiste a los ciudadanos para elegir a quien mejor les parezca, no menos lo es que los miembros de un partido deben ser coherentes y respetuosos de las decisiones adoptadas por la colectividad.
Ahora bien, cuando a una persona se le concede el honor de aspirar a un cargo de elección popular a nombre de un partido, debe observarse un rigor extremo en el respeto y cumplimiento de los estatutos del mismo.
Estas reflexiones resultan relevantes para el momento por el que está pasando el Centro Democrático, agrupación política que sin lugar a dudas va a ser la ganadora en las elecciones de este año. Nuestras listas al Congreso están integradas por personas de las más altas calidades y con el mayor compromiso de trabajar por Colombia.
Por eso, es fundamental que todos los que estamos sometiendo nuestros nombres a consideración de los ciudadanos, seamos responsables y subrayemos un firme compromiso frente a los demás aspirantes del Centro Democrático. Me preocupan las noticias que han aparecido en los últimos días en el sentido de que hay candidatos del CD que hacen campaña con aspirantes de partidos rivales al nuestro. Eso no puede suceder, razón por la que respaldo íntegramente la comunicación que sobre el particular remitió la veedora nacional de uribismo, recordando que estatutariamente debe existir disciplina partidista.
Frente a la consulta que se votará de forma concomitante con las elecciones de Congreso y en la que se decidirá el nombre del candidato de la coalición, hay que decir que los tres aspirantes, Iván Duque, Alejandro Ordóñez y Marta Lucía Ramírez son personas de elevado nivel político, pero en el caso de aquellos que militamos en el Centro Democrático, por elemental coherencia, debemos hacer proselitismo a favor de Duque, quien fue ungido como el candidato oficial de nuestra colectividad.
Esta debe ser una campaña en la que defendamos, ante todo, el valor superior de la unidad. Flaco favor le prestan a la coalición, aquellos que de manera irresponsable se han dado a la tarea de generar divisiones a través de la propagación de rumores y consejas francamente dañinas.
Al final del ejercicio, cuando los ciudadanos con su voto sean los que decidan quién será el candidato que llegará a la primera vuelta a nombre de la coalición, el compromiso de todos es el de respaldar aquel nombre. Esta es la hora de tender y no de incendiar puentes. Es la hora de buscar los puntos de coincidencia, evitando recalcar las diferencias que hay entre unos y otros. Estamos en una democracia y eso significa respeto por las diferencias y aceptación de puntos de vista distintos.
Dolor por nuestros policías
Con profundo dolor recibo la noticia del asesinato de los policías de la Patria, quienes cayeron en los atentados terroristas perpetrados por los genocidas del ELN. Resulta inaceptable que este gobierno pretenda seguir dialogando con esos sádicos que cobardemente asesinaron a 5 de nuestros hombres. No podemos aceptar que mientras Santos habla de paz, los criminales continúen sembrando dolor en nuestro país.
Queremos la paz, pero esta debe partir de la suspensión incondicional e inmediata de todas las acciones de horror. No es admisible que Santos insista en hablar con los cabecillas del ELN en la ciudad de Quito y esos salvajes continúen llenando de sangre a nuestro país.