Por: Jorge Enrique Vélez G.
No es la primera, ni será la última vez que escribo sobre estos honorables presidentes de los países hermanos, para quienes el gobierno colombiano debería respetar y acatar sus muy “sabias” decisiones acerca de la que consideran la estructura política de la nueva América Latina, sintiéndose dueños y soberanos de los países con quienes se relacionan.
Primero, voy a referirme al “emperador” Hugo Chávez Frías, quien de manera cínica y descarada viene manifestando su molestia ante la autorización de Colombia de que las fuerzas estadounidenses establezcan su logística en bases dentro de nuestro territorio como medida de cooperación y apoyo a la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico, para lo cual amenaza con romper relaciones inmediatas con Colombia, asegurando que se está poniendo en peligro la estabilidad de Venezuela.
Lo curioso, es que cuando el Sr. Chávez autorizó a Rusia para que utilizara los mares venezolanos aseverando que los soldados rusos podrían pisar y utilizar el suelo de Venezuela cuantas veces quisieran, adicional a la cantidad de armamento que adquirió de ellos; Colombia respetó esas decisiones y en ningún momento se ha pronunciado ni manifestado en contra de las disposiciones del controvertido mandatario, a pesar de parecía estarse armando para una verdadera guerra.
Y si con Chávez llueve, por Ecuador con Correa tampoco escampa. Resulta que una de sus primeras decisiones como gobernante del hermano país, fue la de no renovar permisos a la base de Malta, cuyo objetivo primordial ha sido el control del narcotráfico en esa región donde operan actores muy peligrosos, como las FARC.
Esta controvertida e inconveniente decisión, además del recién descubierto video del Mono Jojoy asegurando que el grupo terrorista entregó dinero para financiar la campaña de Rafael Correa a la presidencia de Ecuador, han generado enormes dudas del comportamiento del mandatario con una clara intención de “ablandar” y “ceder” controles a los terroristas en su territorio.
Ya son evidentes las multicitadas relaciones suyas y de miembros de su equipo de trabajo con las FARC, lo que pretende desmentir atacando a Colombia y asegurando que todo es un “montaje” en su contra orquestado por el gobierno colombiano, amparado en sus denuncias internacionales ante el operativo donde fue dado de baja Raúl Reyes y que sirvió para ventilar las enormes prerrogativas y laxitudes con que han contado estos terroristas en suelo ecuatoriano y que el Sr. Correa parece no estar interesado en combatir.
Los colombianos seguiremos respetando a nuestros vecinos venezolanos y ecuatorianos como hermanos, pero lo que si no podemos permitir, bajo ningún pretexto, es que los señores Chávez y Correa sigan atentando contra nuestra soberanía e independencia.