El “econgresista” Nicolás Echeverry Alvarán llama la atención sobre la complicada situación ambiental que atraviesa el País debido a que a la temporada seca normal se le ha sumado el Fenómeno de El Niño, que se ha configurado como de intensidad fuerte, además del cambio climático, que le está dando más fuerza a la variabilidad climática -según le dijo a El Espectador la directora del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, Yolanda González-.
El resultado de este coctel climático es que en cerca de 883 de los 1.103 municipios de Colombia se han presentado alertas por incendios forestales: en 495 hay alerta roja, en 179 hay alerta naranja y en 73 hay alerta amarilla.
En Antioquia, los municipios de Turbo, Necoclí, Carepa, Concepción, Arboletes y Concordia ya reportaron desabastecimiento de agua en algunos sectores urbanos o rurales, igualmente asociado a la disminución de las lluvias en la temporada más el Fenómeno de El Niño, según informó el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia -Dagran-.
El “econgresista” Echeverry Alvarán insiste en la poca preparación para enfrentar las oleadas de calor, las sequías y el desabastecimiento de agua.
“Yo no he escuchado ni un mensaje educativo proveniente de ninguno de los gobiernos o de las corporaciones autónomas regionales, preparando a la gente, a los empresarios, a los medios de comunicación y a todos los sectores sociales, para hacer frente a las consecuencias del Fenómeno de El Niño”, precisa el “Econgresista” conservador.
Nicolás Albeiro Echeverry lamenta que no haya educación y cultura alrededor del ahorro de agua y de energía. Dice que no hay civismo y consciencia individual e institucional.
“El tema ambiental todavía no pasa por la prioridad ciudadana”, asegura.
El “Econgresista” antioqueño espera que frente a momentos tan críticos como el que actualmente tiene en alerta por incendios forestales al 70% del País, empiece a asomar la consciencia individual y colectiva de la protección del entorno inmediato, amenazado ya por fenómenos que se creían lejanos, como los asociados al cambio climático.