Aún queda mucho por hacer…
Por: Jorge Enrique Velez Garcia
Las opiniones expresadas en esta columna, son responsabilidad de su autor
Desde que inicié mi labor como senador de la República he tenido la oportunidad de recorrer la geografía colombiana, de admirar lo más representativo y grandioso de nuestro país, así como también pude palpar las más sentidas problemáticas de nuestra gente.
El realizar este ejercicio me ha permitido conocer a fondo las necesidades, sentimientos, creencias, preferencias, opiniones y actitudes de las comunidades respecto de sí mismas, así como de sus familias, sus vecinos, su barrio, su pueblo o ciudad, su región y en general la percepción que tienen del país.
Se preguntarán, ¿De qué me sirve todo esto? Pues créanme, que en la medida que logro conocer de primera mano las necesidades más sentidas y las propuestas más significativas de la comunidad, puedo fundamentar mi acción legislativa con mayor eficacia.
Me preocupa enormemente el bienestar de todos los colombianos, por esta razón, día a día trabajo incansablemente por fortalecer los pilares de la sociedad como la familia, la niñez y la educación y mejorar la calidad de vida de las personas menos favorecidas del país y poder dejar a las próximas generaciones un mejor lugar para vivir.
Igualmente considero fundamental en mi labor como legislador fomentar una política para favorecer al pequeño agricultor, en defensa de sus derechos y el fortalecimiento del campo colombiano.
Es así, como me he preocupado por adquirir compromisos concretos presentando proyectos de ley que beneficien a la sociedad no sólo en las grandes urbes sino en aquellos pequeños sectores casi olvidados, que tanto necesitan de políticas integracionistas que garanticen el bienestar de sus poblaciones, una mejor distribución y utilización de tierras, que permitan la continuación y el desarrollo de las actividades agrícolas en el país y se consolide un sustento económico para el campesinado colombiano.
Como antioqueño, estoy muy preocupado por la problemática de seguridad de la ciudad de Medellín, por esta razón,quizá en muchas ocasiones he sido controversial por mis críticas, ¿Pero como no hacer control político sobre la administración de la ciudad si estamos hablando de un gran problema que se ha salido de las manos y que está consumiendo a nuestros jóvenes? No puedo fingir que no pasa nada, porque es el hoy y el mañana de nuestra ciudad lo que está en juego.
Siento que mi labor aún no ha terminado aún queda mucho por hacer y la mejor manera de apoyarme en la tarea de trabajar por el progreso de Colombia es permitiéndome continuar en el Congreso de la República, porque es posible estar mejor, por eso espero que se una a este grandioso proyecto que anhelo continuar con su ayuda.
Se aproximan la fecha de decidir quiénes dirigirán los destinos de nuestra patria y usted tiene el privilegio de escoger a personas honestas y emprendedoras, este 14 de marzo vote por un amigo, por un trabajador, por una persona que le importa y le duelen los problemas de nuestra Colombia y en la que usted pueda confiar al 100%.
Marque CR 100 en el tarjetón de Senado, porque desde el Congreso aún se puede hacer mucho por mejorar la calidad de vida de miles de colombianos. Estaré muy pendiente de sus inquietudes e iniciativas, para contribuir con su desarrollo, porque tengo la responsabilidad de representar sus intereses y los de todos los ciudadanos colombianos.