Por: Diego Calle Pérez
Antioquia está herida, parece en cuidados intensivos, el departamento más relevante está atravesando una crisis política de las más duras en los últimos años, desde el año 1991, no había pasado por una crisis tan coyuntural. Las elecciones de octubre de 2019 ya presagiaban la posible crisis que se fuera a generar, algunos dicen, la premonición se veía venir, todos estaban esperando el momento y se llegó el día señalado.
La historia política de las elecciones de gobernadores, en Antioquia, son la sumatoria de muchos secretos, apenas ahora, se están dando cuenta de la papa caliente que cada uno fue recibiendo con lo del proyecto hidroituango. Sin tener presente, programas y proyectos que han quedado sin terminar y con altas cifras de inversión en estudios previos y en obras que están pendientes por recursos financieros para finiquitar y poner en funcionamiento al servicio de la ciudadanía.
¿Cómo avanza Antioquia? Las críticas son muchas y las opiniones no se pueden recoger en ponchera al estilo limosna en misa de domingo. La situación está tocando hasta en la asamblea departamental. Salen dos diputados por doble militancia, sale el diputado que llegó por la segunda votación en la contienda electoral. En cuatro municipios se han tenido que desarrollar nuevas elecciones: Caucasia, Tarazá, Urrao, Titiribí. Cada municipio está solicitando más presencia del gobernador con programas y proyectos, él gobernador encargado está presentando la agenda Antioquia 2040. Faltan 28 meses para terminar el programa UNIDOS.
Entonces, la pregunta: ¿Cómo avanza Antioquia? Cada subregión tiene su propia dinámica, cada subregión tiene unos líderes dolientes y ellos están tratando de perdurar mientras exista la buena voluntad de impulsar los programas más viables. Allí, podríamos suponer, están algunos alcaldes con concejales, diputados y representantes a la Cámara. Cada subregión, está tratando de priorizar sus necesidades más urgentes como: infraestructura física en el mejoramiento de las carreteras y caminos que vinculan a los municipios vecinos. La vacunación, otra prioridad y las cuentas del hospital. La educación, nivel departamental, un tema complejo y de análisis para originar debate público. Por último, los mismos problemas nacionales: inseguridad, falta de empleo, incertidumbre política. La pregunta: ¿Cómo avanza Antioquia?