Agencia Virtual de Prensa –AVP-. El senador Juan Diego Gómez Jiménez y el representante Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, miembros del movimiento “Conservadores de Vida”, están convencidos de la necesidad de aprobar la Ley Estatutaria que de vida a la Justicia Especial para la Paz, porque de su mano será posible materializar el sueño que durante tantas décadas tienen los colombianos de empezar a vivir en Paz.
Gómez Jiménez y Echeverry Alvarán, en nombre de los principios del Partido Conservador, exaltan la terminación de un conflicto de más de 50 años que oscureció la historia del País; aplauden la dejación de las armas y la desmovilización de la guerrilla de las FARC; y son conscientes de que los colombianos no se merecen soportar un minuto más de barbarie, sevicia y humillación, que es lo único que ha dejado esta guerra fratricida.
Por eso, los representantes de “Conservadores de Vida” son amigos de la pronta aprobación de la Ley Estatutaria que le de vida a la Justicia Especial para la Paz, pero con los siguientes condicionamientos:
- La plena garantía jurídica para los militares, policías y agentes del Estado, preservando su derecho a un juicio equitativo, equilibrado, ajustado al debido proceso y que proteja sus derechos fundamentales.
- La participación política de los guerrilleros desmovilizados, cambiando sus balas por votos, pero con la condición sine qua non que se sometan previamente a la Justicia Especial para la Paz, cumpliendo así con el compromiso de reparación a las víctimas y el cumplimiento de las penas que les fueren impuestas.
- La Justicia Especial para la Paz sólo se aplicará a quienes hayan sido señalados, procesados y condenados por delitos o conductas punibles por causa, con ocasión o en relación directa con el conflicto armado.
- La Justicia Especial para la Paz no puede convertirse en una cacería de brujas. Entendemos que muchos funcionarios aforados, en virtud de sus deberes legales, fueron parte del conflicto. Si ese cumplimiento de deberes fue apegado a ley, estos no deben ser sujetos de la acción de la Justicia Especial para la Paz. Caso contrario si se les probase plena voluntad en la comisión de crímenes de guerra y lesa humanidad.
- El narcotráfico es un cáncer que nos ha carcomido y lo sigue haciendo en razón de su capacidad para apoderarse de instituciones y conciencias. No vamos a permitir que los narcotraficantes y quienes se han beneficiado directa e indirectamente de ellos, vean la Justicia Especial para la Paz como una puerta de salvación.
- Reiteramos, como colectividad, nuestra alegría por el cese definitivo de las acciones de guerra entre las FARC y las Fuerzas del Orden en Colombia. Es un hecho histórico agradecido con entusiasmo por las comunidades campesinas, rurales, por los ciudadanos que fueron alejados de su país durante años por la tensión del conflicto; los empresarios que pese a las balas, los secuestros y las amenazas, continúan trabajando por el desarrollo del país; nuestros hijos y las nuevas generaciones que tienen la posibilidad de crecer en un país con menos dolor y de ser posible, sin miedo. Lo agradecemos también nosotros los políticos, porque la llegada de la FARC al debate público nos obliga a repensar nuestro país, a proyectarlo no en términos de desastre y tragedia, sino en dos palabras, esperanza y prosperidad.
De esta manera, el senador Juan Diego Gómez y el representante Nicolás Albeiro Echeverry sientan su postura única frente a lo que consideran el deber ser del Proyecto de Ley Estatutaria que concita su responsabilidad con el presente y el futuro de Colombia.