Igual que se han presentado quejas de violencia intrafamiliar en aumento durante este período de aislamiento preventivo y obligatorio, el cual se inició en Antioquia el 20 de marzo, la Corporación Autónoma Regional de Antioquia –Corantioquia- ha recibido quejas por violencia contra la fauna, además de tenencia ilegal y uso indebido de los recursos naturales.
Uno de los casos más recientes fue la muerte violenta de un Mono Aullador Negro que falleció de “anemia aguda por hemorragia pulmonar” como consecuencia de la agresión física por parte de personas no identificadas, pero que son objeto de investigación. Corantioquia puso el caso en manos de la Policía Ambiental y del Comando de Policía de Betania, municipio donde se produjo el maltrato y posterior muerte de la hembra de Mono Aullador Negro, especie que se encuentra en peligro de extinción.
Ana Ligia Mora, directora de Corantioquia, vuelve a llamar la atención contra el maltrato de la fauna tanto domestica como silvestre. Recuerda que los animales son ahora seres sintientes y su maltrato o muerte tienen sanción penal en el ordenamiento jurídico colombiano.
“Los animales no son cosas”, sentencia la Directora de Corantioquia, recordando que de acuerdo con la Ley 1774 de 2016, los animales recibirán especial protección porque no se les puede infringir sufrimiento, dolor o muerte, como los que personas inhumanas le produjeron al Mono Aullador Negro golpeado cruelmente en Betania.
La Ley a que se refiere Ana Ligia Mora plantea que incurrirá en pena de prisión de uno a tres años y multa de hasta de 60 salarios mínimos mensuales legales vigentes, aquella persona que, por cualquier medio o procedimiento, “maltrate a un animal doméstico, amansado, silvestre vertebrado o exótico vertebrado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud o integridad física”.
La Directora de Corantioquia dice que todos los días hay que insistir en la urgencia del respeto, defensa, protección y promoción de la fauna doméstica y silvestre, de la flora y de los recursos naturales, en general. Espera que además de las sanciones previstas en la Ley, la educación y la cultura permitan llegar a la consciencia de las personas que, finalmente, deben entender que es la existencia de la humanidad la que está en riesgo.
“No es un juego, no es cuento, no es un discurso romántico: los recursos naturales tienen una función muy importante en el ecosistema, no cuidarlos tendrá un efecto devastador en la humanidad. La pandemia del coronavirus nos está permitiendo ver y oír a los animales y la naturaleza, lo que puede ser un llamado de atención a la consciencia ecológica”, afirma.
Ana Ligia Mora confía en que mediante el Plan de Acción para el cuatrienio, Corantioquia pueda llegar efectiva y eficientemente a los habitantes de los 80 municipios de su jurisdicción, con mayor consciencia sobre la importancia del respeto, defensa, protección y promoción del ambiente sano, para mejorar la calidad de vida e integrar la naturaleza con el desarrollo: crecimiento económico y sostenibilidad ambiental de la mano del desarrollo humano y social.