La Personería de Medellín repudió el asesinato de Álvaro Miguel Rivera, quien se desempeñaba como líder y promotor de los Derechos Humanos de la población LGTB en la ciudad. En consecuencia, ve con preocupación cómo se están vulnerando los derechos de diferentes grupos poblacionales.
Rivera hizo parte de Planeta Paz, primer ejercicio social de movilización para la población LGTB en Colombia. Pertenecía al Polo de Rosa, primer movimiento político de la población dentro de un partido en Colombia. Participó en la creación de Confluencia, acuerdo entre la Administración Departamental del Valle del Cauca y la población LGTB, para realizar campañas de DDHH en beneficio de éste grupo. E hizo parte del equipo liderado por Colombia Diversa que elaboró el informe de la situación de los Derechos Humanos de la población LGTB a nivel nacional en el 2005.
En menos de un año, Rivera es el segundo líder de los derechos de la población LGBT asesinado. En abril de 2008 fue muerto en Apartadó Fredys Pineda, quien se desempañaba en el mismo rol en la ciudad de Montería.A la Personería de Medellín le preocupa que en Colombia, en 2008 hayan aumentado los asesinatos y agresiones a esta población. En el caso de Medellín, reportamos 26 homicidios cuyas características hacen referencia a crímenes de odio o violencia por prejuicio, contando además con más de 45 quejas sobre agresiones físicas sufridas por esta población, instauradas en la entidad. Y en lo que va de 2009, se han identificado 6 muertes que han afectado a miembros de esta población en la ciudad. Estos son crímenes cometidos con alto grado de sevicia y prácticas degradantes como la tortura, la violación y la previa afectación fisca y moral. La Personería de Medellín hace un llamado a la comunidad internacional y organizaciones defensoras de Derechos Humanos para que estén atentas a denunciar estos hechos y a acompañar a ésta población. A las autoridades municipales, de policía y a la Fiscalía, les pide que desarrollen acciones urgentes para la prevención, investigación y sanción de estas conductas criminales, y se penalice esta flagrante violación a los Derechos Humanos.