Por: Rubén Darío Barrientos

Aunque usted no lo crea, un médico en Cuba se gana mensualmente US$30. Pero si se atreve a viajar a Venezuela para vincularse a la “Misión Barrio Adentro”, recibirá del régimen castrista la suma de US$230 por los mismos 30 días. ¿Buena diferencia, verdad? Desde luego, la resta da a favor del galeno US$200. Pero hay una cifra que eriza la piel: Chávez le pagaba a Cuba por cada médico de esa Misión, la friolera de US$10.830 mensuales. Como quien dice: a Cuba le quedan US$10.600 mensuales por cabeza de galeno. Pero ahí no para esa vulgaridad. Saque la calculadora y multiplique ese valor por 40.000 médicos que andan en Venezuela. ¿Le cupieron las cifras en la pantalla?

La tal “Misión Barrio Adentro” fue un engendro del Comandante, que data del año 2000, para darle curso a la simbiosis socialista. Venezuela, aliada estratégica de Cuba, le envía a Castro 100.000 barriles diarios de petróleo. Parte del baratillo de pago, se hace con la remisión de los 40.000 médicos (con rótulo de especialistas), para la Misión de marras. Pero hay otro guarismo aberrante: lo que Chávez le enviaba a Cuba por cada médico, es 27 veces lo que gana un profesional de la medicina no cubano en Venezuela. ¡Toda una atrocidad! Y ya se encuentran instalados, desde época reciente, 3.000 odontólogos y 13.000 enfermeras y técnicos de la salud, todos cubanos. Para que siga la piñata…

Sin embargo, 2.000 médicos cubanos que estaban anclados en Venezuela, huyeron y se refugiaron en los Estados Unidos. Esa información la dio El Tiempo hace como tres años. No aguantaron el voltaje de la explotación de recibir una miseria de parte del régimen castrista, que si bien era 8 veces lo que percibirían en Cuba, estaba 50 veces por debajo de lo que metía en la caja Castro por sus servicios. Huelga decir que esa Misión le brinda medicina gratuita al pueblo (populismo), consiguiendo un efecto carambola: dejaba a Chávez como un dios-benefactor y atiborra de ingresos a Cuba. En Venezuela, se conocen simplemente como los “médicos cooperantes”.

 

El fenómeno actual es el de que Cuba cada vez se queda más huérfana de galenos, por la estampida hacia Venezuela y otros países. Por eso fue muy gráfico el cartel que algunos medios anti-chavistas publicaron, en medio de la gravedad del Comandante finalmente no embalsamado: “Chávez, si confiabas en Barrio Adentro, ¿Por qué estás en Cuba?” Eso tiene bastante veneno y muestra la posición paradojal que todos analizamos: si los mejores médicos cubanos los empacan para Venezuela y en la isla se quedan los regularcitos, no tiene sentido que Chávez hubiera ido a Cuba. La única explicación que infiero es la de que se dio ello para guardar el secreto de estado sobre su salud, dado que en Venezuela era imposible preservar el sigilo. Allá no se filtraba nada, como en efecto ocurrió, y podían zurcir mentiras, engaños y novelas.

Si añadimos que hay 30.000 cubanos en los ministerios y empresas estatales, amén de otros asesores en puertos, telecomunicaciones y policíacos, tenemos que aseverar que hay una inobjetable cubanización de Venezuela. Maduro ha ratificado que mantiene y mantendrá la “Misión Barrio Adentro” y seguirá echando chorros de petróleo hacia Cuba. Capriles dice, que si gana, ambas cosas las enviará al carajo: que en la isla no esperen ni una gota más de petróleo y que manden aviones para regresar los galenos de la infamia. Veremos qué pasará en el país que afronta escasez de alimentos y que ya tiene aumentadas trifulcas callejeras por culpa del agite régimen-oposición.