Por: Sinergia Informativa

En época electoral, el tema de las encuestas adquiere un papel protagónico. El candidato que resulta ganador en ellas, obviamente se entusiasma y habla bien de la herramienta de medición. Sin embargo, a quien le es adverso el resultado, le es enojosa y la soslaya.

Toda encuesta electoral es una especie de fotografía del momento. Muestra las preferencias actuales, pero no las futuras. Una encuesta por sí sola no entrega la suficiente información para evaluar a un candidato. Es decir, que se requiere de otros estudios y análisis para comparar los resultados y tomar decisiones.

Las encuestas ayudan a los candidatos a entender la actualidad, a establecer tendencias, a elaborar estrategias, a comprender lo que piensa y quiere la gente, pero no a predecir el futuro.

Sin lugar a dudas, las encuestas son herramientas que ayudan a los candidatos, a los periodistas y a los electores, porque sirven para seguir la evolución de una campaña. Una encuesta bien realizada indica las posibilidades de triunfo o derrota.

El candidato a la Alcaldía de Medellín, Gabriel Jaime Rico, cree en las encuestas, pero prefiere utilizar los resultados que arrojan como referencia y no recibirlas con triunfalismo o pesimismo, aunque en la encuesta en comento es de los que «se entusiasma y habla bien de la herramienta» porque resultó favorecido por ella.

Por eso, aunque a Rico le emociona su buena posición en la más reciente encuesta realizada por Mediciones y Medios para el informativo Despierta Antioquia (23 %), prefiere seguir trabajando duro y sumando fuerzas políticas, sociales y gremiales en lo que denomina “Gran Alianza por Medellín”, para lograr el favor de los electores el 25 de octubre.

Su émulo por la Unidad Nacional, Eugenio Prieto Soto, resultó en esta encuesta con menos probabilidades electorales (12 %), lo que en la lógica cuantitativa de las encuestas, podría llevar a pensar que la decisión más práctica sería la de renunciar a su aspiración y acompañar la de Rico, para facilitar las posibilidades de ganar la Alcaldía. Cosas como ésta son las que se discuten en los llamados mentideros políticos y periodísticos, consecuentes con la afirmación «que separados», Gabriel Jaime Rico y Eugenio Prieto Soto «le facilitarían el triunfo al candidato de Centro Democrático», Juan Carlos Vélez Uribe, no obstante su pobre figuración en esta medición (7 %).

Pero, ¿serán los resultados en las encuestas los que determinen la dimisión de uno en favor del otro? ¿Quién en favor de quién, si estamos asistiendo a una montaña rusa en la que ambos suben y bajan? ¿Dependerá la decisión del número de avales? ¿Estarán esperando un guiño presidencial…? La respuesta no es sencilla y no depende del resultado de una de tantas encuestas. Recordamos lo dicho arriba: Toda encuesta es una fotografía del momento que muestra las preferencias actuales, pero no las futuras. Una encuesta por sí sola no entrega la suficiente información para evaluar a un candidato. Es decir, que se requiere de otros estudios y análisis para comparar los resultados y tomar decisiones. Porque de qué decisión habría que hablar cuando en la encuesta del momento sea Rico el que esté por debajo de Prieto.

Aunque no tan publicitada como la emulación de Rico y Prieto, la de Alonso Salazar y Federico Gutiérrez tiene cierta similitud en el sentido que también esperan un guiño: el del Gobernador de Antioquia.

Salazar, con 24 % en la encuesta en mención, tiene los apoyos que le hacen falta a Federico Gutiérrez. Y éste, con 19 % de intención de voto, tiene los que le faltan a aquél.

Sin embargo, Gabriel Jaime Rico y Federico Gutiérrez tienen el convencimiento de su aspiración afianzado en las firmas que están recogiendo y esperan cotejar con la Registraduría Nacional del Estado Civil, el próximo 25 de junio.

“Juntos por Medellín” de Rico y “Creemos” de Gutiérrez son los dos grupos significativos de ciudadanos que hacen pensar en los mentideros políticos y periodísticos que es muy improbable que abandonen su propósito electoral de llegar hasta el 25 de octubre. Pero igual se puede pensar de Eugenio Prieto y Alonso Salazar, quienes cuentan con el apoyo de los partidos Liberal, y la Alianza Social Independiente y la Alianza Verde, respectivamente.