Por: Alfaro García

Se conocen como medios de comunicación, todos aquellos instrumentos u objetos que permiten emitir mensajes  o señales que ayuden en el proceso comunicacional entre los hombres; usualmente, cuando se hace referencia a los medios de comunicación, se piensa en la comunicación a gran escala; es decir, masivamente, de ahí que se relacione con los medios masivos de comunicación.  El mundo globalizado y con él los avances en la tecnología, han permitido que los medios de comunicación se modernicen, adquiriendo los aparatos más sofisticados que permiten la comunicación desde cualquier parte del mundo.

Localmente proliferan en el medio académico las facultades de Comunicación Social, en ellas, se prepara a las personas para el manejo de los medios y la transmisión de la información; muy poco se habla hoy del periodismo, escasas universidades hacen la diferencia entre formar periodistas, comunicadores y presentadores de televisión.  Desafortunadamente el mundo light, fue acabando poco a poco con un ejercicio serio y responsable como lo es el periodismo, hoy se piensa más en la imagen que en el contenido de la información, es así como irresponsablemente hay quienes detrás de un micrófono dan conceptos, juzgan personajes y hasta emiten juicios de valor que no les corresponde.  Muy importante entonces, que se haga la diferencia entre quienes hacen las veces de periodistas, comunicadores o presentadores.  

La credibilidad de algunos medios de comunicación es cuestionada, se ha sabido de mandatarios y funcionarios públicos, quienes en su afán de figurar y mantener alta su imagen, acuerdan con algunos medios ser entrevistados cotidianamente, diciendo de ellos cosas que persuadan a los ciudadanos de su magnífico desempeño.  Un ejemplo claro de ello es la cultura ciudadana, a todos los gobernantes les rebajan las cifras de homicidios, las cifras de desempleo no coinciden con la realidad y su gestión siempre será exitosa.  A lo anterior deben sumarse los resultados de algunas encuestas de popularidad, las cuales direccionadas, por no decir manipuladas, reportan niveles altos de imagen.

La diferencia de un medio de comunicación a otro salta a la vista, no podrá  verse la realidad de la ciudad de Medellín sintonizando el canal de televisión de la alcaldía, Telemedellín, ni podrá saberse la verdad departamental viendo Teleantioquia.  Es triste saber que, la tan anhelada “libertad de prensa” se vea sujeta a una pauta publicitaria, donde sin vacilaciones se exige fidelidad a la entidad que contrata sin importar los desmanes o despropósitos que de ella se conozcan.  Bien es sabido y por siempre se ha dicho que, “quien tiene la plata, pone las condiciones”; entonces lo que hacen algunos comunicadores o “periodistas”, es preguntar qué tienen que decir o presentar; es comprensible en algunos casos, ante todo está la supervivencia.

Qué  bueno sería poder contar a futuro con medios de comunicación sensatos y transparentes, donde las cifras y la información se ajusten a la veracidad, sin necesidad de capturar la audiencia diciendo atributos físicos de servidores públicos, o que en la ciudad ha disminuido la violencia.  Se debe pensar en rescatar el verdadero ejercicio periodístico, imprimiéndole respeto y seriedad a una profesión que por años estuvo alejada de los condicionamientos de la administración pública.  Ante todo la ética profesional.