Fabio Humberto Rivera

La comisión Séptima de la Cámara comete un grave error al tirar por la borda la reglamentación del ministerio de Protección Social de prohibir fumar en espacios cerrados.

El Concejo de Medellín aprobó el acuerdo 50 de 2006, por el cual se prohibe el consumo de cigarrillo, tabaco y sus derivados en los establecimientos oficiales municipales de atención al público, en oficinas estatales del municipio y en edificios de propiedad del Municipio de Medellín.

El acuerdo propuesto e impulsado por los médicos Fabio Humberto Rivera y Ramón Emilio Acevedo, contó con el respaldo del Concejo y la sanción del Alcalde de Medellín.

Es preocupante que los representantes de la comisión Séptima, donde se deben aprobar las leyes que garanticen y protejan la salud, aprueben semejante proyecto, el cual viola el derecho a la salud de los no fumadores y por ende, el derecho a la vida, ya que está demostrado científica y, epidemiológicamente que el cigarrillo aumenta exponencialmente el riesgo de morir por enfermedades cardio-respiratorias, además de ser causante de cáncer de pulmón, de laringe, de boca, y de esófago, entre otros.

Hasta ahora van ganando las tabacaleras, las que tienen gran capacidad de lobby ante el Congreso, y va perdiendo la salud.

Los proponentes tienen dos salidas: corregir en el Senado el rumbo de la iniciativa que busca que en ningún espacio cerrado se pueda fumar, como ocurre en muchos países del mundo, o hundir el proyecto, para que siga vigente la reglamentación del ministerio de Protección Social, la cual, además, ha sido asimilada por la comunidad.

Al fumador no se le viola el derecho a fumar, lo que se impide es que, amparado en este derecho, mate o enferme lentamente a los fumadores pasivos.

El fumador puede hacerlo como hoy en Estados Unidos y en España, en espacios abiertos, donde no dañan al que está a su lado. También puede optar por recibir ayuda de su E.P.S o de los programas de bienestar social de su empresa para dejar de fumar, que sería lo ideal.

Señores Representantes a la Cámara: el derecho del fumador y los intereses de las tabacaleras no pueden estar por encima de los derechos constitucionales a la salud, la vida y un medio ambiente sano.

Al legislar, ustedes deben proteger el interés general por encima del interés particular, por influyente y poderoso que éste sea.

Hoy está prohibido fumar en escuelas, universidades, hospitales, oficinas públicas, discotecas, tabernas, restaurantes, buses, busetas, metro, taxis.

En este campo hemos avanzado y sería una desgracia y un retroceso si la ley del tabaco se aprueba como pasó, desafortunadamente, en la comisión Séptima de la Cámara.

Dejar de fumar mejora tu salud, la de tu familia y la de los que comparten tus espacios.

A menos consumo de tabaco, menos casos de cáncer, enfisema, bronquitis de E.P.O.C. (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)