Por: Gabriel Zapata Correa

No es fácil la tarea económica que le espera al gobernador Luis Pérez Gutiérrez y a su secretario de Hacienda Adolfo León Palacio, quien en rueda de prensa de esta mañana ratificó el riesgo que tiene el Departamento de perder su categoría especial por incumplimiento de la Ley 617, la cual condiciona que los gastos de funcionamiento no pueden superar los ingresos corrientes de libre destinación. Y en la gestión fiscal del año pasado excedió sus gastos en casi 9 mil millones, o sea que se excedieron los ingresos en un 50.93 por ciento.

Aunque el secretario de Hacienda fue claro en precisar que este resultado no solo se da por el  incremento en los gastos, sino porque también disminuyeron los ingresos del Departamento. Se dejaron de recaudar 221 mil millones, de los cuales 184 mil corresponden al impuesto de los vehículos en más de 5 mil millones de pesos, a la operación comercial de la Fábrica de Licores de Antioquia, la disminución de las rentas y que el Departamento no ajustó sus gastos a la nueva realidad fiscal.

Le corresponderá al gobernador y a su equipo de colaboradores adoptar los correctivos del caso, y unas medidas austeras de inmediata aplicación, con el fin de salvar la categoría del Departamento. Es la primera vez desde el año 2000 que entró en vigencia la ley 617, que Antioquia queda mal en su cumplimiento.

El incumplimiento de esta norma tiene unas implicaciones directas y automáticas: Baja de categoría especial al nivel siguiente, restricción al apoyo financiero directo o indirecto por parte de la Nación; el departamento no podrá acceder a recursos de la Nación, cofinanciar proyectos, garantizar operaciones de crédito público o transferir cualquier clase de recursos, distintos de los señalados en la Constitución Política. Tampoco podrá acceder a nuevos recursos de crédito y las garantías que otorguen no tendrán efecto jurídico.

Ninguna entidad financiera podrá otorgar créditos a las entidades territoriales que incumplan los límites establecidos en la presente ley, sin la previa autorización del Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la suscripción de un plan de desempeño en los términos establecidos en la Ley 358 de 1997 y sus disposiciones complementarias.

Durante una vigencia, el departamento respectivo adelantará un programa de saneamiento fiscal tendiente a lograr, a la mayor brevedad, los porcentajes autorizados. Dicho programa deberá definir metas precisas de desempeño y contemplar una o varias de las alternativas previstas en el Artículo anterior. Cuando un departamento se encuentre en la situación prevista en el presente Artículo la remuneración de los diputados no podrá ser superior a la de los diputados de un departamento de categoría cuatro.

Pero hay otros factores preocupantes, explicados por el secretario de Hacienda. La deuda pública del Departamento estaba en el 2011 en 640 mil millones de pesos, y en el 2015 cerró en 1 billón 437 mil millones de pesos, o sea que creció en un 125 por ciento. Lo preocupante es que el Departamento se endeudó en moneda extranjera cuando el dólar estaba subiendo.

Otro detalle relevante lo constituye la denuncia sobre el fraude en la liquidación del impuesto a los vehículos, detectado hasta el momento en 200 millones de pesos, pero como no se sabe desde cuándo lo venían operando, no se ha podido establecer a cuánto asciende el daño a las arcas del Departamento. Hasta el momento hay dos personas vinculadas a UNE, implicadas en la denuncia, pero será la Fiscalía la que determine si la cadena se extiende a la administración departamental. Adolfo León Palacio advirtió que de todas maneras las personas favorecidas con el fraude tendrán que pagar el impuesto completo. No vale la pena entrar en otros indicadores económicos más técnico, para no confundir al lector. Es obvio y entendible que si los ingresos totales del Departamento decrecen realmente, los resultados de la inversión también se verán afectados, ante un débil apalancamiento financiero.

Es evidente la pobre y lamentable gestión tributaria de la administración anterior en todos los aspectos. Las cifras son contundentes, además de la FLA, también en el Idea que había perdido el norte como banco de segundo piso para servirles de apalancamiento financiero a los municipios.

La Secretaría de Hacienda está diseñando las estrategias para afrontar el oscuro panorama económico del Departamento heredado del gobierno de Fajardo. Seguramente serán acompañadas de un régimen de austeridad, que el gobernador ya ha puesto en práctica, para que Antioquia no pierda su categoría especial.