Por: Augusto Posada Sánchez
El Fondo Nacional del Ahorro no es ahora sólo una entidad financiera y administradora de cesantías: es una entidad de desarrollo territorial. No podía seguir siendo únicamente lo primero si su propósito era participar activa y efectivamente en la construcción de un País diferente con un futuro mejor para sus habitantes.
Gracias al Congreso y al Departamento Nacional de Planeación, en cabeza de su director Simón Gaviria, pudimos cambiarle en el Plan de Desarrollo el enfoque al Fondo Nacional del Ahorro para que se convirtiera en un actor protagónico en la construcción de la paz del País.
La transformación le ha permitido al Fondo convertirse en estructurador de proyectos y, por ende, en gran motor del desarrollo tanto en vivienda como en proyectos de infraestructura en todos los rincones del País. Ahora tiene capacidad normativa para financiar y hacer alianzas con todos los municipios para garantizar de manera ágil, transparente y económica los grandes proyectos contemplados en los planes de desarrollo regionales y locales.
Ya no serán sólo beneficiarios el millón de afiliados al Fondo en Bogotá y el millón de afiliados en Medellín, Cali y Barranquilla, con sus familias. Apostarle a la paz es apostarle a todos los municipios de Colombia donde pululan los sueños de tener una vivienda propia y una educación digna.
Ya no es sólo la misión del préstamo individual a las personas a través de sus cesantías y del ahorro voluntario para que acaricien el sueño de casa y educación. Ahora, mediante los créditos constructores a tasas inferiores a las de cualquier entidad bancaria, los alcaldes, gobernadores y los particulares tienen acceso a ellos para desarrollar sus proyectos, lo que se verá reflejado en más colombianos con viviendas más dignas y más baratas, y no sólo de Interés Prioritario o de Interés Social, sino cualquier tipo de vivienda. La reducción del déficit de vivienda será más expedita para agilizar ese propósito en los Planes de Desarrollo.
En su momento, cuando anunciamos la gestión territorial del Fondo, nos pusimos la meta de 10 millones de metros cuadrados habilitados en los próximos cuatro años y llegar a unas 100 mil viviendas en todo el País. A la fecha hemos firmado 150 convenios en toda la Nación mediante los cuales se proyecta la construcción de 84 mil viviendas para los más necesitados, a quienes se les está financiando con cero tasas de interés.
Ésta es la forma en que el Fondo está aportando a una mejor Nación.
En Antioquia hemos firmado 59 convenios para alrededor de 20 mil viviendas proyectadas para los próximos dos años. Igualmente anunciamos convenios por 300 mil millones de pesos, pero estos convenios van a traer una inversión cercana al billón de pesos para este Departamento. Pero el compromiso de los gobernadores y los alcaldes ha sido fundamental para poder llegar a los territorios más alejados.
A pesar de quienes afirman con sus críticas que este nuevo camino no es el que debe recorrer el Fondo Nacional del Ahorro, seguiremos ampliando la senda de la misión de la Entidad en búsqueda de materializar el principio fundamental de la dignidad de todos los colombianos y el derecho y el deber obligatorio de la paz.
Para los servidores públicos, hemos propuesto tasas preferenciales para acceder a vivienda y a educación. El Gobierno Nacional, el Ministerio de Vivienda y el Departamento Administrativo de la Función Pública anunciaron su beneplácito con este tratamiento especial para cerca de 1.200.000 servidores públicos en todo el País.
Con oportunidades como éstas vamos a construir un mejor País: no podemos ser inferiores al futuro que deben vivir nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
Hay que tomar decisiones, y en el Fondo las estamos tomando para construir desde ya, y especialmente en el Posconflicto, un mejor País para todos, con más oportunidades, más equidad, más justicia social y más paz.