«Sólo el Periodismo salvará al Periodismo” fue la premisa del Foro realizado por Teleantioquia, a propósito del 9 de febrero, Día Clásico del Periodista.

El Foro “Periodismo en defensa del Periodismo” giró en torno de la inexequibilidad de la Ley 51 de 1975, del derecho fundamental a la libertad de prensa y de expresión, al Proyecto de Ley 234 de 2018, de las redes sociales, de la ética periodística y, entre otros temas, de la razón de ser del Periodismo.

Berenice García, presidente del Club de la Prensa; Raul Marín, presidente del CIPA; Iván Guzmán, miembro del CIPE; Óscar Mario Correa, director de Teleantioquia Noticias; y Roger Vélez, miembro del Club de la Prensa, llegaron a la conclusión de la importancia de devolverle el carácter profesional al Periodismo, que es el objeto principal del Proyecto de Ley 234 de 2018, cuyo ponente es el senador Richard Aguilar.

Estos son algunos momentos de la reflexión:

De profesión a oficio:

La tarjeta profesional de periodista cobró vida jurídica con la Ley 51 en 1975 o Estatuto del Periodista. Sin embargo, 23 años después, en marzo de 1998, mediante sentencia C-087, la Corte Constitucional, con ponencia del magistrado Carlos Gaviria Díaz, declaró inexequible la norma que le daba el carácter de profesional al periodismo, asegurando que la labor de informar no era exclusiva de los periodistas, y no podía contrariar el derecho fundamental consagrado en el artículo 20 de la Constitución Política de 1991.

Según Juan Esteban Mejía, docente de periodismo y Magíster en Derecho, “la eliminación de la tarjeta profesional obedeció a una razón muy fuerte: el derecho fundamental que tienen todas las personas a la expresión y al acceso a la información veraz e imparcial”.

Aunque en 1998 el magistrado Carlos Gaviria aseguró que el periodismo no es una actividad que implica riesgo alguno, esta teoría ha tenido sus detractores, pues expertos en el tema aseguran que es preocupante, primero, que cualquiera pueda ejercerlo libremente sin una formación académica; segundo, que la libertad de expresión pueda llevar a la pérdida de credibilidad del ejercicio periodístico y; tercero, que es innegable que el Periodismo es una actividad profesional de alto riesgo, especialmente en las áreas política y de orden público.

El docente Juan Esteban Mejía dice que “toda persona puede hacer periodismo, pero toda persona que publique información no necesariamente está capacitada para ejercer con idoneidad y responsabilidad el periodismo y, menos ahora, en época del auge de las redes sociales y de las fake news”.

Según el artículo 26 de la Constitución Política de Colombia, “Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley podrá exigir títulos de idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán el ejercicio de las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo social”.

Este artículo 26 de la Constitución es el que les da un fundamento superior a quienes insisten en que en materia de información sí se corre un alto riesgo.

Según la postura de los defensores de la profesionalización del Periodismo, la información debe estar en manos de profesionales altamente capacitados, comprometidos con la verdad, como el abogado lo está con la justicia y el médico con la vida.

El Proyecto de profesionalización:

20 años más tarde de la declaratoria de inexequibilidad de la Ley 51 de 1975, y después de varios intentos infructuosos de recuperar el carácter profesional del Periodismo, fue radicado el Proyecto de Ley 234 de 2018 – Senado, que busca volver a reconocer la Comunicación Social – Periodismo, con el agregado de Organizacional, como una profesión que exige formación académica. El Proyecto va para segundo debate en el Congreso de la República.

El senador Richard Aguilar, ponente del Proyecto de Ley, explica que busca, “primero, dignidad para el periodista; segundo, darle el carácter de una carrera de alto riesgo; tercero, la autorregulación; y cuarto, las buenas prácticas”.

Según el senador Richard Aguilar, se deben adoptar normas legales para la protección laboral y social de la actividad periodística y de la comunicación con el fin de garantizar su libertad e independencia. El Proyecto de Ley del senador Aguilar busca, además, la creación de un Consejo Profesional del Comunicador Social – Periodista y Organizacional.

“¿Para qué? Para expedir conceptos que en el futuro deben ser vinculantes y conceptos que nos auto regulen. Porque el periodismo no se puede ejercer si no se asume con responsabilidad”, afirma el senador Aguilar.

Sin embargo, según la Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP-, varias agremiaciones periodísticas y diferentes periodistas de Colombia, la existencia de un Consejo Profesional con potestad para regular, puede llevar a la censura y a la vulneración de la libertad de prensa.

La amenaza de las redes sociales:

En el contexto de la profesionalización del periodismo, las redes sociales
juegan un papel muy importante: se han convertido en uno de los medios de información más frecuentados por los usuarios, debido a la inmediatez de sus publicaciones y al fácil acceso. Las redes sociales han permitido la democratización de la información. Pero, al mismo tiempo, se han convertido en la principal amenaza para el compromiso con la verdad y la responsabilidad, que son valores intrínsecos al periodismo.

Néstor Julián Restrepo, magíster en estudios latinoamericanos, afirma que “todo el mundo quiere informar, todo el mundo quiere ser protagonista de la noticia. Lo que sucede con la opinión pública es que ya no es opinión pública sino barras bravas; cada uno tiene una postura y la defiende desde ahí. Las redes sociales han hecho que explote la cantidad de información por todos lados, haciendo que carezcamos de objetividad y de verdad”.

La gran mayoría de los usuarios que en en las redes sociales comparte las publicaciones, lo hace sin validar la certeza de las mismas.

Facebook, a la fecha, tiene 2.271 millones de usuarios; Youtube 1.900 millones; y WhatsApp tiene 1.500 millones de usuarios. Facebook, YouTube y WhatsApp son las tres plataformas más usadas para compartir la información.

Néstor Julián Restrepo agrega que “ahora hay demasiada información, y lo grave es que no se verifica de dónde viene y quién la plantea. Las redes sociales lo que hicieron fue empoderar al ciudadano, quien cree que puede difundir la información que antes difundía sólo el periodista.”

En el mundo existen 3.484 millones de usuarios activos en las redes sociales, es decir, un 45% de la población mundial. Es un muy alto número de ciudadanos del mundo expuesto a mentiras, tergiversaciones y difamaciones que vienen contenidas en las llamadas “Fake News”. Expertos aseguran que estas “Falsas Noticias” afectan el periodismo en búsqueda de clicks o reproducciones, con el agravante que en muchas ocasiones los usuarios no distinguen entre la verdad y la mentira de lo publicado.

Periodismo para servir y ayudar a entender:

El periodismo es una disciplina fundamental para la democracia, que debe ser ejercida con responsabilidad. El periodismo debe ser veedor de lo público y respetuoso de lo privado. Debe servirle a la comunidad sin ligereza y, ojalá, fundamentar sus afirmaciones en investigación rigurosa.

Hernán Darío Gil, docente antropólogo de la UPB, manifiesta que “el periodismo le permite a una sociedad tener criterio y argumentos; cuando nosotros dejamos que el periodismo se volviera subjetivo, cometimos el error más grande en la sociedad. En la objetividad y el compromiso con la verdad está la fortaleza informadora y formadora del periodismo. A diferencia de lo que hacen las redes sociales, los medios de comunicación tienen, además de la misión de informar, la obligación de formar.”

Uno de los objetivos principales del periodismo es defender el interés general de los ciudadanos, con independencia y con el compromiso de respetar siempre el valor de la verdad. El Periodismo, aunque ejercido por seres humanos subjetivos, debe buscar permanentemente la objetividad de los hechos y los datos. La independencia lo debe alejar de intereses políticos, religiosos o económicos. La imparcialidad debe ser una de sus principales características, para garantizar dicha independencia.

Hernán Darío Gil cree “que a esta sociedad le falta que el periodista sea capaz de dar argumentos para ser, realmente, un líder de pensamiento”

“El periodismo es el único que salva al periodismo, en búsqueda de la verdad, del interés común, del servicio y de la comprensión de la realidad”. A esta conclusión general llegaron los panelistas del Foro “Periodismo en defensa del Periodismo”, además de la necesidad de volver a su carácter profesional, con ultractividad, para inclusión de quienes como oficio ejercen hoy la actividad sin tener formación profesional.

Igualmente, creen que fundaciones, gremios y periodistas que defienden la libertad de prensa no deben temer la creación de un Consejo Profesional como el que plantea el Proyecto de Ley 234 de 2018, primero, porque debe ser creado, conformado y reglamentado por los mismos periodistas y, segundo, porque los principios y los valores éticos que deben ser el espíritu del periodismo serio y responsable, debe ser el primer regulador del periodista, o cada periodista será el auto regulador en su ser profesional.

“Sólo el Periodismo salvará al Periodismo” es la consigna mundial frente a la amenaza permanente de la desinformación, la difamación, la calumnia, la injuria y la destrucción del ser humano y de la sociedad que viene en las redes sociales.