Por: Ramón Elejalde Arbeláez

En un debate en la Asamblea de Antioquia el pasado jueves y, además, en unas declaraciones a Radio Súper de Medellín al día siguiente, el diputado y presidente de Alas Equipo Colombia, César Eugenio Martínez, se despachó contra el gobernador Ramos Botero, fundador del citado partido político. Además cuestionó duramente la gestión del actual mandatario de los antioqueños.

 

No voy a citar textualmente al diputado César Eugenio Martínez, pero transcribiré sus afirmaciones lo más fiel posibles:

El doctor Luis Alfredo Ramos está desperdiciando su capital político. El descontento con el Gobierno departamental es total en la Asamblea y entre los dirigentes políticos, los secretarios de despacho no le están contando la realidad a su jefe y existen muchas promesas incumplidas en las regiones de Antioquia.  Nadie habla por temor a que le destituyan dos o tres celadores que les han nombrado. En la campaña electoral el actual gobernador prometió descentralizar la Secretaría de Agricultura, pero esta expectativa ha resultado un total fracaso. A los alcaldes se les invita a visitar a Medellín para realizar semanalmente unas tres o cuatro reuniones en una desordenada agenda. Cuando al Gobernador se le hizo el reclamo (por parte de diputado Martínez), su respuesta entre burlona y descalificadora fue que “estaba bien que los alcaldes se alejaran del pueblo por dos o tres días semanalmente para que descansaran de la gente”.

El Gabinete departamental está destinado a fortalecer una campaña política (léase Liliana Rendón, agrego yo). Hay despachos en la Gobernación que son verdaderos directorios encargados de fortalecer esa campaña. A muchos alcaldes se les condiciona el apoyo a sus programas a cambio del respaldo político a una aspiración al Senado de la República (léase Liliana Rendón). Hay muchos “lambericas” encargados de llevarle chismes al Gobernador. Van a su despacho simplemente a hablar mal de los otros. En Alas Equipo Colombia no se pueden proponer nombres distintos al ya conocido (léase Liliana Rendón) porque allí mismo van con chismes donde el doctor Ramos Botero.

Hay, supuestamente, funcionarios muy peligrosos. Me han recomendado que no les haga debate o que no trate de citarlos porque ellos tienen relaciones muy poco santas.

El Gobernador ha desconocido totalmente el trabajo de mucha gente de su equipo. Hay gentes en el norte y en el occidente de Antioquia totalmente ignoradas por la Administración a pesar de su trabajo para elegir al actual gobernador. En Itagüí se está orquestando una división del partido de gobierno desde la Gobernación de Antioquia y se lanzan frases como “Esto es por este lado o los vamos a acabar”. Existen municipios y regiones del Departamento excluidos de las obras y ayudas del Departamento, simplemente por consideraciones políticas. Los beneficios del Departamento Administrativo para la Atención y Prevención de Desastres, incluyendo la ropa para los desprotegidos, llega repartida por políticos y condicionada a apoyos políticos.

El Departamento no va bien. En lo de las microcentrales no hay nada. Las autopistas de la montaña y Pescadero son prospectos hacia el futuro que algún día se tendrán que hacer, pero con ellas no hay nada concreto. A diario repetimos lo mismo, sin ver nada realizable. Estamos en “Bienvenidos al futuro”.  La autonomía de los municipios se está mancillando con contratos interesados. Es el gobernador Ramos Botero el que está fallando y no la Asamblea de Antioquia, ni la coalición. Con el gobernador Ramos Botero no se puede dialogar, eso es un verdadero diálogo de sordos.

Amable lector: ¿Alguna diferencia con lo que yo he venido denunciando en estas columnas? En el mismo partido de gobierno comienzan a darme la razón. No me alegra, pero Antioquia tiene que despertar. Ya no lo dice un “viudo del poder”, sino uno de las propias entrañas del poder. ¿Será que ahora sí me creen?

Notícula. Una pregunta ingenua: ¿Por qué el Instituto para el Desarrollo de Antioquia ha salido a buscar plata en la banca comercial? ¿Prestando para prestar?