El concejal de Medellín, Róber Bohórquez, celebra que el volante de Santa Fe, Gerardo Bedoya, se haya disculpado por la doble agresión cometida sobre el jugador del Millonarios, Jhonny Ramírez, durante el clásico realizado el sábado pasado en El Campín de Bogotá: primero, el jugador de Santa Fe golpeó con el codo en la cara al jugador de Millonarios, y después, cuando éste estaba tendido en la grama, aquél lo rayó en la cara con los taches de su guayo.
El concejal Bohórquez había rechazado la actitud del jugador Bedoya, argumentando que el fútbol, siendo el deporte más popular y de mayor alcance en todos los sectores sociales, debía ser el mejor escenario para poner en práctica la pedagogía de la paz. En consecuencia, los actores más legitimados para estimular la tolerancia, el respeto, la amistad, el juego limpio, la convivencia y la paz, son los jugadores, el cuerpo técnico y los árbitros.
“Ellos son modelos para la sociedad. El comportamiento de Gerardo Bedoya fue antisocial, violento, intolerante y enemigo de la paz. Los jugadores deben dar buen ejemplo, igualmente los periodistas y locutores deportivos”, afirmó Róber Bohórquez.
Por otro lado, el Concejal de Cambio Radical reconoció el ejemplo dado por los habitantes de las viviendas aledañas al Estadio Atanasio Girardot, usualmente afectados por los actos de violencia protagonizados por algunos asistentes a los partidos de fútbol jugados en el Estadio. Estas personas formaron un cordón de vecinos vestidos con camisetas blancas e izando globos del color de la paz, pidiendo respeto, tolerancia y sana convivencia a aquellos aficionados que suelen protagonizar desmanes después de terminados algunos encuentros futboleros.
“Estas personas tomaron la decisión de actuar simbólicamente para rogar por el respeto a sus bienes, su integridad física y sus vidas, puestas en riesgo por las conductas vandálicas de un puñado de personas que han puesto en jaque a las autoridades. Ésta es una forma concreta de participación ciudadana en los esfuerzos que vienen haciendo la Secretaría de Gobierno de Medellín y la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá en lograr mayores niveles de respeto, tranquilidad, seguridad y convivencia pacífica en el Estadio y su entorno”, explicó el concejal Bohórquez, quien espera que muy pronto las familias vuelvan al Estadio a disfrutar de un espectáculo que genere alegría y unidad, y no temor, como viene ocurriendo.