De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud -INS- cada año se registran, en promedio, 4.500 accidentes ofídicos en el País. Es decir, de cada 100.000 colombianos, entre 8 a 10 tienen el riesgo de sufrir uno de estos eventos. Se estima que, de ese total, el 1% presenta letalidad.
Con el propósito de contribuir a la búsqueda y consolidación de medicamentos antiofídicos desde la botánica, entre 2022 y 2023, durante 24 meses, el grupo de Investigación en Temas Agroambientales -INTEGRA- del Tecnológico de Antioquia -TdeA- lideró un estudio con comunidades rurales de los municipios de Dabeiba -Occidente del departamento- y Mutatá -Urabá antioqueño- sobre saberes ancestrales etnobotánicos.
El proyecto denominado “Usos tradicionales y potenciales de la biodiversidad en el Noroccidente de Antioquia: sustancias bioactivas y su aplicación terapéutica”, fue financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y ejecutado por el TdeA, la U. de A. y la Organización de Estudios Tropicales e Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica.
Resultados de la investigación fueron recopilados en el libro “Plantas y etnobotánicas en el Urabá antioqueño: Dabeiba y Mutatá”. La coordinación del texto, bajo el Sello Editorial del TdeA, cuya presentación se hizo el viernes, 9 de agosto, a cargo de Marcela Serna González, profesora de la Facultad de Ingeniería del TdeA y Álvaro Cogollo Pacheco, botánico y coinvestigador del proyecto.
“Con el proyecto buscábamos contribuir al conocimiento de la flora local mediante muestreos rápidos de vegetación, identificación de especies vegetales utilizadas en la medicina tradicional por esas comunidades del territorio; caracterización de fauna venenosa de la región, incluyendo serpientes, escorpiones y arañas y evaluación en laboratorio de la eficacia de las plantas utilizadas como antiofídicas o antiveneno en esas zonas rurales”, explicó la docente Marcela Serna González, graduada como ingeniera Forestal, magíster en Bosques y Conservación Ambiental y doctora en Ecología.
La investigación se adelantó con las comunidades de las veredas Caucheras, El Cinco, San José de León y Pavarandocito del municipio de Mutatá y con los habitantes de la vereda Llano Grande, en Dabeiba. En estas zonas rurales el grupo de estudio se integró con los llamados sabedores locales quienes guiaron a los investigadores, entre la flora endémica, en la selección y recolección de las plantas consideradas por ellos como sanadoras de diferentes dolencias, incluidas las mordeduras de serpientes y animales venenosos.
“En una revisión preliminar sobre las plantas utilizadas para la mordedura de serpiente en Colombia, encontramos que de cerca de 300 registros de plantas documentadas, 244 corresponden a usos medicinales en gripas, accidentes ofídicos, cólicos menstruales, dolores de cabeza, purgantes y desinflamatorios, entre otros; 54 se emplean en la preparación de tratamientos capilares, perfumes, jabones y aromatizadores; una especie aplica como potenciador sexual y 17 en aplicaciones mágicos-religiosos como contra al ‘mal de ojo’, por ejemplo”, detalló la docente y coordinadora científica del proyecto.
También en la vereda Llano Grande de Dabeiba, los investigadores abordaron a los reincorporados de las antiguas FARC establecidos en el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación -AETCR- con el propósito conocer la manera de atender los accidentes ofídicos en el monte.
Antes de la publicación del libro el grupo de estudio se desplazó a estos municipios y compartió el resultado de la investigación con las comunidades consultadas. El documento está dedicado a Luis Alberto Cuesta (q.e.p.d.), sabedor de Pavarandocito, quien con su conocimiento en etnobotánica local acompañó y contribuyó al equipo universitario en el desarrollo de esta investigación científica.
El texto “Plantas y etnobotánicas en el Urabá antioqueño: Dabeiba y Mutatá” consta de cuatro capítulos y ya está disponible para la consulta de los públicos interesados en las bibliotecas universitarias y otros centros de interés científico del país.
De las plantas mencionadas por los sabedores, se escogieron tres por sus propiedades antiofídicas: abrazamico, cordoncillo blanco y martín negrito, así como otras cinco especies elegidas por botánicos y encontradas en los muestreos de flora para evaluar su actividad biológica en laboratorio.
Así mismo, la investigación contribuyó a ampliar el inventario de botánica de la región. Durante el trabajo el equipo halló, en las selvas de Mutatá, una nueva especie, emparentada con el inchi o maní del Inca, la cual se encuentra en proceso de descripción para su publicación científica.
Se espera poder hacer el anuncio de nuevos hallazgos botánicos en las montañas de Dabeiba y Mutatá por parte de este equipo interdisciplinario encabezado por el grupo INTEGRA del TdeA.