Según cartas y fotografías recibidas por el Diputado conservador, hay alcaldes de Antioquia que han decidido sacar a algunos de sus corregimientos del programa de Mejoramiento Alimentario y Nutricional de Antioquia –MANA-, porque el operador del mismo no garantiza el transporte de los suplementos alimenticios hasta zonas muy alejadas de la cabecera municipal. “Es el caso de los corregimientos La Danta y San Miguel de Sonsón, que por su lejanía están perdiendo la valiosa posibilidad de que su población más vulnerable disfrute de la ayuda alimentaria”, confirma Alfaro García.
Dice que en San Juan de Urabá la situación empeora porque el Operador subcontrata el transporte para hacer llegar los productos hasta las zonas más alejadas. “Pero es a la comunidad a la que le corresponde pagarlo –precisa García Mejía-. Según la queja, los niños tienen que pagar 500 pesos por tres raciones del suplemento alimenticio”.
El peor de los casos denunciados es del municipio de Nariño, adonde el alimento ha llegado en mal estado. “Podridos, así dicen los quejosos que les están llegando los alimentos”, enfatiza el diputado de “Uniendo Fuerzas” del Partido Conservador.
Alfaro García envió un Derecho de Petición al director Seccional de Salud de Antioquia, Carlos Mario Rivera, para que investigue la veracidad de las denuncias que se vienen haciendo alrededor del suplemento alimenticio de MANA .
El diputado insiste en que no se justifica que los esfuerzos hechos por la administración de Luis Alfredo Ramos para desaparecer la triste cifra de 28 niños muertos por desnutrición, se vean truncados con la supuesta negligencia e irresponsabilidad de un Operador que ni siquiera conoce la realidad geográfica, social y económica de Antioquia. “¿Cómo hizo para ganarse la licitación?”, se pregunta Alfaro García.
Concluye recordando que las recientes cifras de pobreza y de miseria que tampoco dejan bien librado a Antioquia, deben convertirse en una alerta para el Gobierno Departamental, que por medio de MANA se ha propuesto hacer ingentes esfuerzos para romper el círculo vicioso del hambre y la pobreza, y cumplir con las metas del milenio que buscan, entre otras, mejorar la calidad de vida y el desarrollo integral y equitativo de sus habitantes.
