Por: Balmore González Mira
Cuando se definió el inicio del proyecto Hidroituango, le propuse a los principales actores, al Gobernador Luis Alfredo Ramos y al gerente del IDEA Álvaro Vásquez, que a través del Instituto nos abrieran unas líneas de crédito blando a todos los municipios interesados en ser accionistas de esa gran obra para tener una renta vitalicia que permitiera alivianar las escasas finanzas y sus ingresos a futuro y con ello se permitiría que los municipios fueran pagando una inversión a largo plazo y el IDEA tendría unos ingresos permanentes por el pago de los intereses, sin que hubiese riesgo ni para los municipios ni para el instituto. Mi propuesta se escuchó por los dirigentes y otros alcaldes que me acompañaron a un acto en el cual homenajeamos la gran iniciativa de la construcción definitiva de Hidroituango; sin embargo no tuvo ningún eco y hoy la obra se construye con todo éxito.
En carta al Presidente, el Gobernador Luis Pérez exige que entregue lo que le corresponde a Antioquia por la venta de Isagen, que de conformidad con el artículo 23 de la Ley 226 de 1995, “…el 10 por ciento del producto neto de la enajenación de esas acciones se invertirá en proyectos de desarrollo regional en la misma entidad territorial en la cual está ubicada la actividad principal de la empresa cuyas acciones se negocien”. Así las cosas, como es Antioquia la sede de Isagén, el Departamento tiene derecho al 10 por ciento del valor de la venta. Es el simple cumplimiento de la ley. Ahora propone el Gobernador de “Pensando en Grande” lo que en aquella oportunidad no se dio y es que se construya con estos recursos, alrededor de 680.000 millones, una hidroeléctrica donde los municipios sean accionistas y puedan recibir regalías de por vida para asegurar la subsistencia a través de recursos adicionales que les llegaría para ejecutar obras vitales en las regiones. Esta propuesta no es solo de mera justicia para el departamento y de legalidad de una norma que no merece la más mínima interpretación y que por el contrario tiene que aplicarse por parte del gobierno nacional; sino que la oportuna reclamación del Gobernador, unida a su audaz propuesta hace parte del verdadero espíritu de descentralización que no se ha desarrollado ni aplicado, así sea un mandato constitucional.
Hoy los antioqueños sentimos que tenemos un gobernante que se preocupa por defender los intereses del departamento y por gobernar con sus aliados naturales, los alcaldes de Antioquia, quienes con este proyecto dejarán una gran herencia a las futuras generaciones, como lo pretendimos nosotros en su momento con Hidroituango.