Por: Rubén Darío Barrientos G.
Si hay algo que rodee los accidentes aéreos, son las hipótesis y las conjeturas. En estas materias, sin falta opinan pilotos y peritos en aviación y resulta que todos tienen la verdad revelada. Aún sobre los análisis de las cajas negras (que en realidad son rojas), se especula acerca de las reales razones de los siniestros sin que haya consenso jamás. Por ejemplo, ahora se dice que el accidente del vuelo HK-1803 de Avianca, acaecido el 27 de noviembre de 1989, donde murieron 107 personas inocentes (que explotó en el aire) y que siempre se ha atribuido a la obra malhadada de Pablo Escobar, dizque tuvo origen en una falla mecánica (Ver seriado de El Espectador de esta semana).
En fin, lo cierto es que estamos supremamente tristes y conmocionados por el accidente del avión Avro RJ85 de la aerolínea LaMia, que traía a Medellín no solo al sorprendente equipo Chapecoense de Brasil, sino también a directivos y destacados periodistas cariocas. Ha sido toda una fatalidad para el fútbol y para un club que sorprendía por su ascenso y sus logros cortoplacistas, no obstante su condición de equipo chico. Fue un final aciago para una muchachada que venía radiante y optimista a esta ciudad, en procura de hacer historia y cumplir un sueño que no era fácil, pero que para sus huestes lucía acariciable.
Saber que ya se esfumaron estos corajudos futbolistas y que su técnico no vive, produce un estremecimiento apreciable hasta para los amorfos. Como lo dijo el inteligente Jorge Iván Londoño: “Venían a un partido, no a una partida”. El fútbol ha perdido a unos protagonistas espléndidos y las familias de los finados, no terminarán de lamentar esta suerte maldita de ver a los suyos destrozados por el insuceso y el infortunio, cando estaban bañados de gloria y de celebridad.
Pero volviendo al cuento de las hipótesis y conjeturas, en tratándose de accidentes aéreos, recojo lo que se ha dicho sobre este accidente que hizo desaparecer al actual equipo Chapecoense. Veamos:
a) Este tipo de aviones presenta fallas técnicas frecuentes;
b) El modelo de avión utilizado por la aerolínea se dejó de fabricar en el año 2003, por cuanto su mantenimiento era muy costoso;
c) Incluso Avianca, devolvió estos aviones cuando eran operados por su filial Sam, precisamente por las repetidas fallas técnicas (incluso recibiendo indemnización por su fabricante);
d) El avión tenía más de quince años de funcionamiento:
e) Esta clase de aeronaves presenta problemas de sobrecalentamiento en su componente electrónico, lo que hace producir un eventual apagado de sus motores, haciendo pensar que se ha quedado sin combustible.
F) Tener cuatro motores, genera más peso y consumo de combustible;
g) Este tipo de aviones reciben la afectación del calor dado que tienen motores en la parte baja (son los deseables para volar en temperaturas gélidas como las de Rusia);
h) La aeronave tenía una autonomía de vuelo apenas justa para hacer su recorrido entre Santa Cruz y Rionegro; i) Las siglas RJ significan “Regional Jet”, es decir, opera para rutas cortas (usualmente de un par de horas) y la operación era extensa y estirada de su límite
j) Se debe llevar siempre combustible con reserva adicional del 10% por si toca ir a un aeropuerto alterno y el avión estaba cargado con lo justo y
k) La autonomía de vuelo es de 2.900 kilómetros, casi igual al trayecto que debía recorrer, lo que no deja margen de error:
¡Cómo nos duele este mortífero accidente frente al cerro El Gordo de La Unión, a 2.400 metros de altura! Mientras conocemos la verdad del insuceso, seguiremos escuchando versiones variopintas, como lo relatado por un piloto que reproduce los instantes previos a la colisión y nos llena de pasmo, que circula en redes sociales. ¡Qué no haya alborada en Medellín!