No es exagerado afirmar que estar “ahogado por las deudas” puede llevar a una persona al suicidio: ya ha pasado. Menos mal, con la Ley 1564 de 2012, por medio de la cual se expidió el Código General del Proceso, llegó un “salvavidas” conocido como “Insolvencia de la persona natural no comerciante”. Éste permite, entre otras, “negociar las deudas a través de un acuerdo con los acreedores para obtener la normalización de sus relaciones crediticias”.
La abogada Beatriz Arango Nieto es experta en el tema y afirma que todas las personas que tengan más de dos deudas, con mora superior a 90 días, se pueden postular a un proceso de insolvencia económica. Asegura que de esta manera se empieza el camino hacia la tranquilidad mental y emocional que da encontrar la salida a las aflicciones que produce tener grandes deudas con varios acreedores y no tener dinero para cumplir con esas obligaciones.