¡PLOP, CANNABIS!

Por: Francisco Galvis R.

En lenguaje llano: garrotera es aquella furrusca, gresca o pelotera en que los contrarios se enfrentan armados con garrotes.

Y son descomunales las reyertas a la que asiste aturdida la opinión pública. De mi parte les digo que para nada me llama la atención el espectáculo que están dando connotados dirigentes de la vida política nacional y de las regiones.

Por parecerme deplorable lo que se está oyendo y leyendo por estos días, de descalificaciones que van y vienen, de ataques y contra ataques, como que le voy dando gracias rendidas al Altísimo por no andar comprometido en luchas electorales, menos de las condiciones intestinas como las que empezamos a padecer. Pero claro, nadie que esté vivo estará del todo libre de actuar en política, hasta que se haga el tránsito de esta vida mortal a la eterna en la que, según la promesa, la paz será perpetua.

 

Así como a los colombianos nos ha sido esquivo conocer el deseable estado de concordia nacional, tampoco parecería que fuéramos a disfrutar algún día de una política que, ejercida con decencia, respete las diferencias y a la vez de una dirigencia que, dando ejemplo de buenas maneras y lenguaje limpio, convoque el respaldo entusiasta y el respeto de los ciudadanos.

De la mano de la desvalorización del ejercicio de la actividad política, asistimos de tiempo atrás a la agonía del sistema de partidos. Hay ausencia de auténticos y duraderos liderazgos y para muestra están la cantidad de medianías que, en mayoría, abarrotan las corporaciones públicas y el mediocre desempeño de bastantes de quienes tienen a cargo la dirección de las organizaciones partidistas, devenidas a agencias de empleos y centrales de contratos.

La crisis de los partidos, de todos los partidos, de los viejos y de los nuevos, es la propia crisis del Estado y del método democrático y ello tiene por qué ponernos tristes, pero afligidos no podemos quedarnos teniendo como tenemos el deber de aportar a la solución: unos proponiendo sus candidaturas a cargos de elección y todos, todos los más que puedan apoyando toda empresa que pretenda regenerar las prácticas políticas.

Como sigan las cosas como vienen, algún día debería imponerse el voto en blanco, que sería tanto como ponerle banderillas negras de castigo en lo más alto a quienes tienen a este gran país patas arriba.

Tiro al aire: malas noticias para Luciano Londoño, lucianolo. Al parecer han descubierto el remedio para el mal de Alzhéimer. Perdería la presidencia de la asociación respectiva.