El periodismo de Antioquia, de Colombia y de Iberomérica lamenta el fallecimiento de Javier Darío Restrepo, quien fuera considerado el “Padre de la Ética Periodística de Latinoamérica”.
Javier Darío Restrepo era hombre de análisis, de reflexión, de acción y de pedagogía. Por eso, todas sus enseñanzas sobre ética y periodismo tenían forma, para que los interesados comprendiéramos en la práctica el significado de los principios y los valores en el ejercicio periodístico.
Una de las primeras lecciones, entre muchas, la dio a sus colegas del Noticiero de Las 7, siendo él editor del Noticiero 24 Horas, la competencia en el horario Prime Time de las 7:00 de la noche.
Cuando se llevaron a cabo los diálogos de paz entre el gobierno de César Gaviria Trujillo y la Coordinadora Guerrillera “Simón Bolívar”, en Cravo Norte, Arauca, Javier Darío Restrepo fungió como corresponsal. En aquel entonces la información de televisión se debía enviar vía microondas, razón por la cual las grabaciones debían llevarse a la sede de Telecom de la ciudad de origen, para ser transmitidas a la sede de Telecom Bogotá.
Era, como hoy, una “guerra” de la “chiva”, de quién sale primero. Pues aquella vez iba a salir primero el Noticiero de Las 7. Pero, desafortunadamente, periodista y camarógrafo se vararon en el camino. Minutos más tarde pasó el equipo del Noticiero 24 horas, comandado por Javier Darío Restrepo, quien tomó la decisión de parar a auxiliar a sus colegas y a hacerles el favor de llevarles el cassette de ¾ hasta Telecom, para rodarles él mismo el material, para que fuera emitido oportunamente por la competencia.
Le preguntaron: “¿Por qué, Javier Darío?”
Él respondió: “Porque ustedes necesitan colaboración, porque somos colegas y porque no se trata de salir primero, sino de salir mejor”.
Por eso, Javier Darío Restrepo afirmaba que para ser mejor periodista no basta con un decálogo ético. Decía que bajo la piel de un periodista debe vibrar una buena persona. “No se puede pretender formar a un periodista ético si previamente no se ha formado a un buen ser humano”. Por eso, esta otra afirmación suya: “Los dilemas éticos no se mueven entre lo bueno y lo malo (…) sino entre lo bueno y lo mejor, de esta manera la ética impulsa a la excelencia y siempre dignifica”.
Javier Darío Restrepo insistía en que la profesión del periodista está ligada con la existencia del otro. “Los valores y normas de la ética giran alrededor del otro. Él es el centro de la ética”.
Para Javier Darío Restrepo, los principios, los valores y las virtudes son una urgencia social de un “oficio” que debe ser ejercido bajo el rigor de la ética periodística.
En su libro “El zumbido y el moscardón”, daba a entender que quizá fuera una utopía pero que “el esfuerzo por alcanzar la utopía es lo que le imprime dinamismo a la vida (…) y la ética es una utopía”. Y así lo explicaba: “Se necesita en esta profesión una dosis de idealismo tan grande como la del Quijote para mantenerse en la convicción de que las palabras impresas y habladas de un periodista pueden cambiar ese panorama de injusticia” (Restrepo J. D., El Zumbido y el Moscardón, 2004).
Por supuesto que Javier Darío Restrepo era un defensor de la libertad de prensa, pero no a ultranza, sin límites y sin respeto a otros derechos. Señala el respeto a los códigos de ética como “la mejor defensa de la libertad de prensa y del derecho a la libre información (…) Porque es asunto de coherencia que quien reclama la práctica de los deberes éticos a los demás (y ese es el papel fiscalizador de los periodistas) obedezca, él mismo, a su propio código de ética profesional” (Restrepo M. T., 1995).
Respecto de la solidaridad de cuerpo que suele generarse entre algunos periodistas, en defensa de la libertad de prensa sin límites, dando claras muestras de ausencia de humildad y del sentido de humanidad, Javier Darío Restrepo escribió contra la condición privilegiada que algunos reclaman para ponerse por encima de las leyes:
“Se sabe de casos en los que periodistas, tras la armadura de la libertad de expresión, pretenden burlar la justicia. O el de asociaciones gremiales que frente a un recurso de amparo constitucional o acción de tutela, tuvieron la arrogancia de afirmar que ese instrumento legal no procedía contra la prensa”. ( (Restrepo J. D., El Zumbido y el Moscardón, 2004)
Javier Darío Restrepo era un periodista y un humanista… un maestro que dejó su reflexión permanente sobre el periodismo escrita en más de 20 libros. Javier Darío Restrepo murió, como siempre lo quiso, con la camisa de la ética periodística puesta, al frente del Consultorio Ético de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, que lo galardonó con el Premio a la Excelencia Gabriel García Márquez.