La agricultura aparece como la actividad más importante de Colombia en el Siglo XIX, cuando ya se pensaba que la riqueza de los pueblos se encontraba en la cantidad y calidad de sus recursos naturales. El principal producto agrícola era el tabaco, el cual, a su vez, constituía el principal producto de exportación, aunque haya decaído durante las últimas décadas del siglo. Otros productos agrícolas de importancia fueron la quina, el añil y el algodón.
En las dos décadas finales del Siglo XIX, el País empezó a destacarse por la producción del café, producto agrícola que a partir de entonces se convirtió en su principal monocultivo. Los primeros cultivos fueron de las misiones jesuitas en los Llanos Orientales, en Santa Marta, Ocaña, Socorro, Muzo, Mariquita, Guaduas, Popayán y otras.
“Hoy, sin embargo, el esplendor y relevancia de la agricultura en el Producto Interno Bruto de las regiones, se quedó en el olvido. En los territorios más avanzados la utilización de la tecnología alcanza apenas el 6 u 8% de los agricultores, cifra que impide la explotación de todo el potencial que tiene Colombia para convertirse en una despensa alimentaria del mundo”, indicó Rodolfo Correa, presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura del País.
Llevar la tecnología y los avances de la ciencia a la agricultura juega un papel fundamental para poder lograr una seguridad alimentaria y sacar la agricultura del siglo XIX. Hoy apostarle a tecnología dejó de ser una opción y se convirtió en un punto crucial para el agro. Por tal razón, Gobiernos, empresas privadas, ONGs y el mundo, en general, han aceptado el reto de crear una nueva realidad en el campo colombiano. Según Rodolfo, presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura -CONSA-, “ya no es una opción, llevar la tecnología al campo es una necesidad para poder garantizar productividad sostenible”.
Uno de los ejemplos a seguir para Colombia es Antioquia, con el proyecto de la Gobernación de ese Departamento, liderado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en convenio con AGROSAVIA y el acompañamiento del ICA y Corpohass, en el que se utiliza gran cantidad de información de distintas fuentes para apoyar al productor en la toma de decisiones, llevándolo a que produzca más fruta, de mejor calidad y a menores costos. Para esto usan sensores para la humedad del suelo, la temperatura, el P.H., la conductividad, entre otras variables, drones, estaciones meteorológicas y software para monitoreo de plagas y labores.
Acerca de los propósitos y la implementación de la Agricultura 4.0 en Antioquia, Rodolfo Correa, presidente del CONSA, señaló: “En Antioquia estamos aplicando tecnología, drones, chips, monitoreo satelital. Esta es la nueva herramienta para que el agro antioqueño sea el líder de la agricultura en Colombia. Es actuar en tiempo real, todo controlado desde un dispositivo móvil. Todo este proceso tiene un objetivo central: acercar la tecnología al campo para que los productores antioqueños puedan mejorar su productividad y convertirlos en los productores del siglo XXI. Además, empezar a preparar a los productores del siglo XXII”.