Frente al debate en la Comisión Primera de la Cámara Baja sobre el referendo para definir popularmente la calidad de adoptantes en Colombia, el representante por el Partido Centro Democrático, Santiago Valencia, dijo que por primera vez los congresistas actuaron con independencia, porque en cada bancada hubo voces diferentes sobre el tema. Afirmó que en Centro Democrático hubo libertad para defender el apoyo o no a la iniciativa de la senadora liberal, Viviane Morales.
Lamentó que el Proyecto se hubiera hundido porque cree en el poder del Constituyente Primario, y con 2,3 millones de firmas de respaldo se debió haber dado paso a la participación democrática para que fuera el pueblo el que decidiera en su leal saber y entender si los niños, niñas y adolescentes pueden ser adoptados por parejas del mismo sexo y personas solteras, viudas o separadas.
Por eso ve con buenos ojos la apelación que anunció Carlos Alonso Lucio, esposo de Viviane Morales y coordinador de la recolección de firmas. En cuanto sea presentada, una comisión accidental analizará el sustento de la apelación y definirá si es procedente. Si la plenaria acepta la apelación, el Proyecto será discutido en otra comisión diferente a la Primera. Si se niega, se le dará muerte al Proyecto, de acuerdo con la Ley 5ª de 1992.
Santiago Valencia comentó que hubo extralimitación de funciones de la Corte Constitucional que interpretó y moduló el artículo 42 de la Constitución al afirmar que el concepto de familia allí definido era extensivo y, por tanto, parejas del mismo sexo podían conformar una familia, y que para el proyecto en comento, podía adoptar.
“La Corte debe custodiar la Constitución y no interpretarla… Por eso creo que legisló y se pasó por encima del Congreso y de los mecanismos de participación democrática ciudadana contemplados en el artículo 103, como el Referendo…”, explicó Valencia, insistiendo en que por eso se le debió dar trámite político a una iniciativa ciudadana con 2.3000.0000 firmas.
