Jaime Arrubla Paucar, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, aclara que la «institución Corte Suprema de Justicia» no debe ser condenada por la sociedad sólo porque algunos de sus magistrados como José Leonidas Bustos, Francisco Ricaurte, Camilo Tarquino y Gustavo Malo se encuentren señalados de supuesta responsabilidad de haber recibido pagos para favorecer con decisiones judiciales a políticos investigados por presunta relación con grupos paramilitares. Dice que es injusto, cuando han sido más de 300 los buenos y decentes magistrados que han pasado por la institución en toda su historia con resultados tan importantes como el Proceso 8000, la depuración parapolítica en el Congreso y las extradiciones de más de 500 mafiosos. Agrega que es una institución que ha sido la columna de hierro de la democracia…
Jaime Arrubla Paucar pide que haya celeridad y drasticidad en las sanciones: para ello debe haber una veeduría que exija a la Comisión de Investigación y Acusaciones de la Cámara y al Congreso que adelanten cuanto antes el antejuicio político, para que pase a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia que debe juzgarlos… “Es lo único que le puede levantar la dignidad a la Corte Suprema de Justicia”, manifiesta.
Está convencido de la urgencia de una reforma a la justicia porque el diseño que de ella hizo la Constitución de 1991 no ha dado buenos resultados ni en mejorar el sistema judicial ni la convivencia entre los colombianos. También plantea que hay que separar la relación entre justicia y política, evitando que los nombramientos de unos y otros afecten la independencia. También cree que el período de los magistrados debe ser vitalicio.