El gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, le envió una nueva carta al presidente de la República, Iván Duque, esta vez para solicitarle que decrete una política pública que permita formar, urgentemente, un número mayor de policías para enfrentar el déficit existente en el País y en Antioquia, particularmente. Además, que ordene la realización de un estudio sobre el tipo de control que tiene el Estado en el territorio, “para que sepamos, con certeza, cuáles territorios no cuentan con presencia del Estado y en cuáles estamos en desventaja frente a los delincuentes”.
El Gobernador argumentó su carta en que, cada día, Antioquia tiene menos policías y que esa es una amenaza para la tranquilidad ciudadana y una ventaja, indudable, para que los delincuentes avancen en sus actividades criminales y en el control ilegal del territorio.
Agregó que hay un evidente desequilibrio entre los pocos nuevos policías en formación y los muchos que salen del servicio activo porque se jubilan a temprana edad y porque los retiran por problemas disciplinarios.
El gobernador Luis Pérez le dijo al Presidente que todos los alcaldes del Departamento se quejan de la disminución del número de policías en sus zonas urbanas, cuando la lógica es que debe aumentar como consecuencia de los nuevos retos que trae la delincuencia organizada.
Puso el ejemplo del del municipio de Puerto Berrío, en el Magdalena Medio, donde el número de policías bajó de 128 a 63, no obstante el crecimiento de las actividades ilegales ampliamente documentadas.
Otro ejemplo fue el de los 35 corregimientos o centros poblados de Antioquia donde, a pesar de sus más de 100 mil habitantes, no hay ni un solo policía. Allí la delincuencia reemplaza al Estado.
Agregó que los retos de seguridad y de control del territorio aumentan con el agravante que trajo consigo la deficiente implementación del posconflicto después del acuerdo final de paz con las FARC, pues éste no contempló cómo garantizar la legalidad y la institucionalidad en los territorios antes dominados por la guerrilla desmovilizada. Algunos calculan en cerca de 200.000 kilómetros cuadrados los territorios que eran ocupados por las FARC.
Para este contexto, el Gobernador de Antioquia puso el ejemplo del Corregimiento La Granja del municipio de Ituango, donde las FARC fueron la única autoridad durante más de 25 años. Cuando los guerrilleros se fueron, el pueblo se quedó sin las “normas” y sin la “autoridad” que representaba el Grupo guerrillero. Por eso, paradójicamente, toda la comunidad de La Granja protestó porque se quedó sin quién dirimiera sus conflictos.
Le insistió en su carta al Presidente de la República que la de La Granja es la situación de muchos otros territorios antioqueños que fueron “abandonados” por los exguerrilleros de las FARC, y para los que el proceso del posconflicto nunca contempló una estrategia estatal para llevarles control del territorio con legalidad.
El Gobernador llamó la atención del Alto Gobierno en el sentido que miles de kilómetros de los territorios que fueron ocupados por la guerrilla de las FARC están ahora en poder de grupos organizados delincuenciales como “Clan del Golfo”, “Los Caparros”, el ELN, las disidencias de las FARC y otras bandas criminales que aprovechan la ausencia del Estado para crecer y multiplicar sus fechorías.
“No les podemos dejar un solo espacio a los bandidos de este País, que ya han tenido muchas ventajas, permitiéndoles que sean más competitivos que nuestra fuerza pública”, afirmó el gobernador Luis Pérez Gutiérrez en su carta al presidente Iván Duque, con la esperanza de que su contenido sea entendido como una urgencia nacional que debe solucionarse con la voluntad del Gobierno de crear la política pública de más formación y vinculación de policías, para garantizar presencia estatal, seguridad y orden en todos los territorios.