La Comisión Segunda del Senado lideró la realización de una Mesa Estratégica de Seguridad para el Oriente antioqueño, la cual se llevó a cabo en el municipio de Marinilla con la participación del Ministro de Defensa, las cúpulas militares y de policía del Departamento, los senadores de la Comisión Segunda, algunos de los alcaldes y sus secretarios de Seguridad y de Gobierno, diputados, concejales y fuerzas vivas de la Subregión.
Al final del evento, el senador Nicolás Albeiro Echeverry hizo una síntesis de algunas de las propuestas y conclusiones del Encuentro.
El Senador conservador propuso que se constituya una comisión de seguimiento y acompañamiento a la reunión programada por el ministro Iván Velásquez para dentro de 40 días, donde se evaluarán algunas de las inquietudes de la Mesa de este jueves, 4 de octubre.
En segundo lugar se refirió a un “juicio de valor político” al Comisionado de Paz para que cuente qué está dialogando y con quiénes en el territorio.
En tercer lugar, Echeverry Alvarán planteó la urgencia de exigirle al Gobierno nacional más articulación con los gobernadores, los alcaldes, los concejos y los personeros. En ese sentido, precisó la necesidad de que, como ejemplo de la desarticulación, se pongan de acuerdo en el tipo de tecnología que están usando.
En cuarto lugar, el ejército, la fuerza aérea y la policía necesitan más logística y más respaldo. Paralelamente, es urgente reforzar la institucionalidad, de tal manera que haya más inversión social en el territorio, más atención a las víctimas del conflicto, con pronta reparación colectiva e individual.
“El llamado es a proteger la vida de toda la población, obviamente, pero además que los alcaldes de la región puedan ejercer sus obligaciones con libertad, sin presiones de los grupos armados, a los que les hago el llamado de atender el llamado a la Paz”, dijo Echeverry.
Finalmente, planteó la convicción de que todos están listos para acompañar un propósito de paz, pero que debe haber compromiso de todos a obrar dentro de la institucionalidad y sometidos rigurosamente a lo que ordenan la Constitución y la Ley, para que puedan cumplir concertadamente con la misión de materializar el estado de seguridad, tranquilidad y paz que anhelan todos los colombianos, especialmente, quienes están permanentemente sometidos a los rigores de la violencia.