Por: Fabio Humberto Rivera Rivera

Concejal de Medellín

 

Los transportadores de carga han soportado seis largos años las promesas incumplidas del Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, al igual que las de los directores de Invías.

 

El pésimo estado de las vías, que atenta contra la eficiencia y eficacia de este renglón de la economía, tiene muy poca respuesta del Ministerio y de Invías.

 

El Ministerio de Transporte pide paciencia por lo anterior y promete dobles calzadas a Urabá, Buenaventura, a Los Llanos, a la costa, al eje cafetero, para poner a soñar a los transportadores con jugosas y futuras ganacias, que estos no ven en el único tiempo en el que serían reales: el presente.

Pide el Señor Ministro paciencia cuando suben las llantas, los peajes, la gasolina, el ACPM.

 

Pide paciencia sin tener en cuenta que ésta también se agota.

 

Recomienda una buena dosis de paciencia mientras resuelve los problemas generados por la irresponsabilidad de ese Ministerio al no haber planificado el parque automotor que se requiere en el país y haber permitido una exagerada sobreoferta de camiones y tractomulas que podrían llevar a la quiebra a muchos de los pequeños y medianos transportadores.

 

Ordena paciencia, cuando el Ministro de Minas decreta el alza de los combustibles siguiendo el precio del petróleo en el contexto internacional.

 

Por supuesto que cuando el precio del petróleo baja como en los últimos 15 días, la gasolina en Colombia no baja, como le pasó a la carne. El ganado bajó su valor en pie, pero el carnicero aprovechó las alzas para no bajar de allí los precios.

 

Hasta cuándo tendrán que tener paciencia los transportadores de carga y por qué no, todos los Colombianos?. Se agotará la paciencia de los demás sectores?. El Ministro resolverá el problema de la sobreoferta de transporte?. Si arreglará las vías de nuestro país?. Logrará terminar siquiera una de las dobles calzadas en toda su extensión?. Solucionará el problema de los fletes?. O se le podrá aplicar al Ministro de Transporte el adagio que él bien conoce “cuando la taza se llena, el chocolate se derrama”.

 

Hasta cuándo? Hasta cuándo Señor Ministro?