Por: Luis Pérez Gutiérrez
La moto es el fenómeno más impactante en la vida reciente de Colombia. Cambió el comportamiento social y revolucionó la movilidad urbana; y aun así, la dirigencia ignora esa evidencia.
Antes, las motos eran máquinas de elites y para actividad deportiva de pudientes. Hoy tenemos una invasión de motos que le abren inmensas oportunidades a los sectores de menos recursos.
La moto se ha convertido en el instrumento de trabajo para los de menos recursos. Es también un vehículo de transporte familiar para el trabajo, para el estudio, para la diversión. Tanto impacto tienen sobre el transporte público las motos que en todas las ciudades de Colombia el transporte público en moto le robó a los buses y al transporte masivo cerca del 16% del mercado.
Según el DANE (2015) en Colombia el 23.4% de los Hogares tienen moto y solo el 13.5% tienen carro particular. Los hogares con moto duplican los hogares que poseen carro particular. 1.857.000 Hogares tienen carros particulares mientras que 3.205.000 hogares tienen motocicleta. En promedio, las motos son el doble de los carros particulares de Colombia.
Y las ventas se comportan similar. En solo año 2014 se vendieron en Colombia 659.000 motos y solo 328.000 carros. Se ha facilitado tanto la adquisición de motos que una familia puede ahorrar hasta $125.000 mensuales si se transporta en moto.
En Antioquia la situación es igual de sorprendente. El 12.6% de los hogares tienen carro particular mientras que el 25% de los hogares urbanos tienen moto. En Antioquia 426.000 hogares tienen moto, el doble de los carros particulares.
Este suceso inesperado tiene gran impacto en la movilidad sobre los ciudadanos que día a día trabajan.
El 15.2% de los colombianos que trabajan se movilizan en Moto. En Antioquia, en las Áreas Urbanas el 16.2% de los que trabajan se movilizan en moto.
En solo10 años, entre las personas que salen a trabajar, las motos con el 15,2% de pasajeros que mueven, movilizan casi los mismos pasajeros que los buses urbanos (17.4%); y movilizan más pasajeros que los Transmilenios, Metroplus, Mio y otros juntos (5.1%); y transportan 12 veces más pasajeros que los taxis (1.3%)
Entre los colombianos que trabajan en zonas urbanas solo el 7.8% se mueve en carro particular. Entre los Antioqueños que trabajan solo el 8.1% se movilizan en su carro particular. Si con tan bajo uso del vehículo particular hay trancones interminables y pico y placa, es porque la infraestructura vial de las ciudades da grima y no se han hecho las inversiones necesarias.
Estos indicadores sociales aparecidos en 2015, están mostrando un país y unas ciudades que hace 10 años se movilizaban de una manera diferente. La revolución de las motos tiene que llevar a repensar las estrategias de movilidad y el desarrollo urbano de las ciudades. Las inversiones para los otros modos de transporte han sido millonarias. Las motos sin invertir el Estado un solo peso mueven a más del 15% de los colombianos.
Los millones de motos irrumpieron en el país de una manera abrupta y espontánea necesitan una respuesta positiva. La gente de menos recursos ingresó a la élite de movilizarse en su vehículo propio de dos ruedas. Y un suceso de tan alto impacto urbano ha sido ignorado por dirigencia y gobernantes. Hay un tufillo de miedo y de incapacidad de presentar propuestas para adecuar los millones de motos a la vida de las ciudades. La única respuesta real de los gobernantes hacia los motociclistas es satanizarlos, muy propio de un pensamiento feudal que veladamente cree que todo lo de los pobres es sospechoso. En lugar de asumirlo como un fenómeno social positivo se toma como si fuera un medio de movilidad apestoso.
Es inaudito que ni el Plan Nacional de Desarrollo ni el POT de la Ciudad de Medellín ni de otras ciudades tengan propuestas auténticas para incluir la revolución social de las motos en el desarrollo de las ciudades y del país. Lo único que se les ocurre a algunos dirigentes es prohibir su libre circulación o prohibir que transporten parrilleros.
Cuando se prohíbe el parrillero se está obligando a más de tres millones de personas de bajos recursos a gastar más, en tiempo y en dinero.
Ahora que vienen elecciones de Alcaldes y Gobernadores la revolución de las motos espera una respuesta positiva e inteligente. El fenómeno seguirá creciendo: Antes de 5 años, los hogares con moto van a triplicar a los hogares con carros particulares de 4 ruedas. Y transportarse en moto será el primer medio de transporte urbano de Colombia.