88 mujeres fueron asesinadas en Medellín en 2012, 4.286 fueron víctimas de violencia intrafamiliar y 836 sufrieron violencia sexual. Estas alarmantes cifras demuestran que son demasiadas las mujeres que no conocen a fondo sus derechos ni los mecanismos que tienen para exigirlos.

Por ello, la concejal de Medellín, Aura Marleny Arcila Giraldo, realizó este miércoles, 20 de marzo, un debate sobre el “Seguimiento a programas de prevención de violencia contra las mujeres”, en el que insistió y recalcó que las mujeres tienen voz y voto, tienen derechos y, además, cuentan con  las autoridades para que apliquen  justicia. La intención de la Concejal con el debate no es  victimizar  a la mujer, sino visibilizarla  para evitar que se reproduzcan las violencias. “Es evidente que la mujer es un factor de desarrollo humano integral esencial, sin el que la Ciudad y la Región estarían sumidas en condiciones de violencia aún más dramáticas que las actuales”, aseguró Aura Marleny Arcila.

Para que se ejerzan los derechos y responsabilidades de mujeres y hombres, es necesario partir de los principios de igualdad, no discriminación, equidad de género y expansión de capacidades.  “Para que  exista equidad de género se debe integrar a la mujer en procesos de desarrollo, garantía de derechos, acceso a bienes y servicios, de manera que ella sea miembro activo de la sociedad”, indicó Arcila Giraldo, vicepresidente Segunda del Concejo de Medellín.

Es un reto para la ciudadanía, la escuela, la clase empresarial, las organizaciones sociales y para los legisladores, que las leyes se hagan realidad. Porque aunque el legislador crea marcos normativos para desarrollar los principios constitucionales de igualdad y justicia, sin distinción de género, no siempre se cumplen.

Coherente con lo anterior y para complementar los esfuerzos de la Secretaría de la Mujer y la Administración Municipal, la concejal Arcila Giraldo, propuso asegurar que todas las cifras  que genere la Administración permitan tomar decisiones en torno a las mujeres, asegurando una medición local de la economía del cuidado.