El Estado no está cumpliendo debidamente el mandato constitucional de dar  satisfacción al derecho a la salud de los antioqueños, fue la conclusión general de los concejales de Medellín después de analizar las anomalías en la prestación de ese servicio en la ciudad y el departamento, especialmente en la atención de segundo, tercero y cuarto niveles. 

 

Estas son las conclusiones presentadas por el concejal Luis Bernardo Vélez Montoya, quien  promovió el debate con los cabildantes Santiago Londoño Uribe, Bernardo Alejandro Guerra Hoyos y Esteban Escobar Vélez:

 

       El Estado no está cumpliendo debidamente los principios constitucionales enmarcados en los artículos 48, 49 Ley 100 de 1993 y demás decretos,  leyes, acuerdos del Concejo de Seguridad Social en Salud  y  normas que regulan el derecho a  la salud. 

       El Estado, en su modelo de salud, obliga a que se busque una rentabilidad económica en detrimento de la rentabilidad social y el bienestar de la población, en lo concerniente a los Derechos a la salud. 

       Es preocupante el número de tutelas y esto evidencia las falencias en el sistema de salud que tenemos. 

       No se destinan  por parte del Estado los recursos suficientes y necesarios para garantizar la atención de la población afiliada al régimen subsidio y la población pobre no afiliada al Sistema de Seguridad Social en Salud.  

       La red está colapsada, sobre todo en lo que tiene que ver con el tercer nivel de complejidad y en la oferta de la subespecialidades médicas. Por tanto, se recomienda a las universidades que amplíen sus cupos en subespecialidades médicas, de tal manera que se pueda responder a la demanda existente. 

       La DSSA no cumple suficientemente las funciones encomendadas por el SGSSS, en lo concerniente a garantizar la atención en salud de los segundos y terceros niveles de atención y de complejidad.  

       Que la DSSA gestione los recursos financieros suficientes y necesarios para garantizar la atención en salud a la población que es de su competencia y pague a las IPS y las instituciones que le prestan servicios oportunamente, para que  los usuarios no sufran traumatismos en la atención. 

       En cuanto a las competencias,  cada actor tiene una responsabilidad con la vida y este debe ser el eje de nuestras actuaciones políticas, técnicas, científicas, ciudadanas. 

       Vigilar y realizar seguimiento a ARS como Salud Vida y Emdisalud, por las irregularidades que presenta en los pagos de sus afiliados. 

       Que Metrosalud, aun sin ser su competencia, fortalezca  el segundo nivel de atención y contrate especialistas con salarios competitivos. 

       Existe tramitología en la remisión de pacientes, lo cual dificulta el acceso oportuno a la prestación de los servicios de salud.        En el tercer nivel de atención la contratación es limitada. 

       ¿Cómo responden los entes territoriales con sus responsabilidades frente a un modelo que no facilita las condiciones para garantizar la salud de las poblaciones?. 

       La actual reestructuración del CRAE y el CRUE no es favorable para el garantizar el acceso oportuno a la prestación de servicios de salud  a los ciudadanos y ciudadanas, pues son insuficientes para dar respuesta a la demanda existente.  Con esta situación se perjudica las condiciones de salud de las personas que en muchas ocasiones empeoran su patología, regresan a sus casas sin un tratamiento y, en el peor de los casos, pueden morir. 

       En cuanto a las EPS públicas y públicas y privadas deben asumir realmente las funciones asignadas en SGSSS y que no hagan el quite a lo pactado y contratado.

 

Y estas son las conclusiones del concejal Bernardo Alejandro Guerra Hoyos:

 

       La ciudad y el departamento requieren la construcción de una verdadera red de referencia y contrarreferencia. 

       Se requiere de un compromiso efectivo de todos los estamentos: político, social, ciudadano, económico y de todos los actores del sistema de seguridad social para abordar esta problemática. 

       El Ministerio de la Protección Social y la Superintencia de Salud deben intervenir decididamente en el control. 

       Los órganos de control (Personería y Contraloría), dentro de sus competencias deben intervenir para la defensa de los derechos de los ciudadanos y en el flujo eficiente de los recursos, para garantizar la verdadera función del Estado. 

       El trabajo intersectorial es fundamental, el estudio de la capacidad instalada, el flujo eficiente de los recursos; debe ser motivo de investigación para la toma de decisiones. 

       El sistema sancionatorio debe ser efectivo en los casos que se requiere. 

       La cobertura en seguridad social del 100 por ciento de la población de Medellín debe ser no solo un reto sino un compromiso, además de ser una obligación. 

       Es necesario rescatar los valores éticos, el compromiso social y la responsabilidad de todos los órganos, para garantizar el derecho a la vida, a la salud, a la integridad y a la seguridad social.